Antonio Banderas ha presentado su segundo trabajo como director El camino de los ingleses en la Berlinale, el festival de cine de Berlín.

"Tenía que hacer un ejercicio de libertad creativa", ha explicado entusiasta Banderas, y rodeado por su joven equipo de protagonistas, embelesados ante quien parece su maestro y amigo.

El director ha apuntado que nunca ha esperado hacer taquilla con esta película, "ya que se mueve de forma opuesta" a su "trabajo de los últimos 17 años en Hollywood, que ha sido más comercial".

"Si algo me ha permitido Hollywood es comprar mi libertad financiera y hacer películas como esta", ha proseguido.

Se identifica con todos los personajesEn el caso de El camino de los ingleses, el resultado son 118 minutos que tienen mucho de autobiográfico porque narran la vida de un grupo de jóvenes malagueños que ven fracasar sus sueños en el difícil proceso de maduración, "la imposibilidad de amar cuando están enamorados".

Ambientada en la España de los años 70, con un toque nostálgico, evita alusiones políticas o religiosas y ha explicado que, como Antonio Soler, el autor del libro y el guión, coloca a los personajes "en una burbuja" y los invita "a la autorreflexión".

Se identifica con todos sus personajes, pero sobre todo con Luli (a la que da vida María Ruiz, en su primer trabajo en cine), "porque [esta] tenía claro que quería hacer algo determinado [bailar]".

Banderas rememora el complejo de inferioridad que sintió cuando llegó en 1979 a Madrid como joven malagueño buscando trabajo: "Esta joven generación de actores lo tiene mucho más fácil, la calidad que he encontrado es extraordinaria" ha concluido.