Bebo Valdés regresa el viernes a Barcelona, donde tocará con dos de sus hijos: Chucho, otro pianista fundamental de la música cubana --y con quien compitió en los últimos Grammy latinos--, y Mayra, vocalista que debutó en Irakere, el grupo de su hermano. Incansable, el concierto de Valdés y sus hijos en Barcelona es el segundo de una gira que le lleva también a Tenerife (jueves) y a Zaragoza (sábado), sólo días antes de que aparezca, el próximo lunes, su último disco, Bebo .

Es éste el primer trabajo a piano solo editado en la larguísima carrera del pianista, pero no el único que ha grabado. "No, en 1986 hice uno para mí y para mi familia, al salir del hospital, cuando estuve ingresado por un problema en la columna vertebral". (Lo cuenta Bebo, por teléfono, desde Estocolmo, justo después de regresar de hacer la compra. "Soy yo quien cocina en casa, y la verdad es que los frijoles negros me salen muy buenos"). ¿Por qué grabó ese disco? "Por si me pasaba algo, por eso lo hice. Tocaba muchas cosas raras, música brasileña, una versión de 3New York, New York e incluso un dixieland que me quedó muy bien, 3Nola , que grabé con dos pianos, doblándome yo".

Bebo, que reconoce que "en realidad" no estaba "interesado" en grabar otra vez en solitario, se dejó convencer por su productor, Fernando Trueba, que le dijo que todo pianista que se preciara debía legar un disco a piano solo. El resultado es una grabación de aires nostálgicos dedicada en exclusiva a la música cubana, con piezas del "padre" de todos los compositores de la isla, el "mestizo" Manuel Saumell, además de, entre otros, Ignacio Cervantes, Sindo Garay (La bayamesa , "tocada haciendo las dos voces, a la manera de los trovadores antiguos cubanos"), Ernesto Lecuona (imprescindible La comparsa ), Ignacio Piñeiro (Echale salsita ) y La Cuba linda de Virgilio Martíuna, exquisita declaración de intenciones que concluye el disco. Los temas han sido escogidos por él, salvo uno.