Quién es Bob Dylan? ¿De qué galaxia procede? ¿Cómo sabía ya a los 20 años todo lo que sabía? ¿De dónde brota el inabarcable poder de su imaginería? ¿Por qué siempre está de camino pero nadie sabe de dónde viene ni a dónde va?

Después de 44 discos, 500 canciones, más de mil libros, decenas de documentales y un sinfín de sesudos análisis literarios, musicales y hasta esotéricos, el extraordinario talento de Robert Allen Zimmerman --Duluth (Minnesota), 1941-- sigue siendo un enigma indescifrable para los mortales, tan amantes de las etiquetas. Escurridizo librepensador, cada vez que alguien ha querido colocarle en un sitio, él siempre ha estado ya en otra parte.

Por eso nadie debería sentirse defraudado porque no acuda, el próximo 26 de octubre, a la entrega de los Premios Príncipe de Asturias. Nadie debería interpretarlo como un desplante. Esa noche, Bob Dylan estará actuando en Omaha (Nebraska). Ni la Biblia ni el Tanaj: el escenario es su único credo. No tendría sentido premiar a un indomable y pretender domarlo para entregarle el premio. Toda la importancia y pomposidad con la suele hablarse de su obra no es para él más que el pobre ropaje oficial de los lugares comunes, justo donde nunca se le encontrará. Dylan se ve a sí mismo como una antena a donde van a parar, ni él mismo sabe cómo, rayos, truenos, lluvias y vientos de todos los planetas, reales o imaginarios. "Yo recibo todo eso y lo canto, pero nunca he podido mejorarlo. Con Like a rolling stone o It´s allright, ma (I´m only bleeding) es como si un fantasma las hubiera escrito. Te regala las canciones y desaparece. Tú no sabes lo que significan. Solo que el fantasma me eligió a mí para escribirlas", explicó una vez.

Con ocasión de la publicación de Time out of mind (2001), quizá su mejor disco de los últimos 25 años, con permiso de Oh, mercy (1989) y Modern times (2006), un periodista le dijo que sonaba amargo, oscuro y solitario. "No estoy de acuerdo, en absoluto --respondió--. Lo que está ocurriendo en Africa y Suramérica, lo que pasó en Bosnia; eso sí es amargo, oscuro y solitario".

Una vastísima cultura

Quizá, el misterio de Dylan no sea otro que su vastísima cultura. Cuando aquel joven de apariencia desvalida se bajó de un tren en Nueva York en el gélido invierno de 1961, ya había devorado poesía con fruición, tanto como emisoras de country y blues. "Leía a los poetas básicos como otros leen ahora a Stephen King. También los había leído de pequeño. Las cosas de Edgar Allan Poe me dejaban anonadado. Lord Byron, John Keats, John Donne, Dylan Thomas... Lo que ocurre con Byron es que él sigue y sigue y tú no sabes ni la mitad de las cosas de las que habla, ni la mitad de la gente a la que se refiere. Pero sí puedes apreciar su lenguaje. Luego, llegaron los poetas beat . No podías evitar entusiasmarte ante la idea de una poesía dicha en la calle, públicamente. La cultura popular generalmente llega a su fin con mucha rapidez. La arrojan a la tumba. Yo quería hacer algo que perdurase junto a los cuadros de Rembrandt".

Paralelamente, la música folk iba tejiendo un traje sonoro que nunca, ni en sus ejercicios más eléctricos e incendiarios de 1965-66, ha dejado de vestir. En una entrevista con Los Angeles Times , Dylan dio algunas claves: "Mis canciones están basadas en viejos himnos protestantes, o en canciones de la familia Carter, o en variaciones del esquema blues, o en viejas baladas irlandesas --explicó--. Lo que pasa es que cojo una canción de las muchísimas que conozco y empiezo a tocarla mentalmente. Esa es mi forma de meditar. Y de ahí acaba saliendo algo. En ese momento tiene un significado. Cuando la grabo significa otra cosa. Y cada vez que la toco significa algo diferente. Eso es lo que mucha gente no entiende. Si en directo tocara las canciones como en el disco carecerían de significado. Y yo no puedo hacerlo, porque no toco por dinero ni por vanidad, sino por instinto de supervivencia".No es sencillo, desde luego, entender a Dylan. Todos sus versos, sus metáforas truncadas, sus giros de tahúr, su jerga, su mística, sus oscuras citas, sus guiños de apariencia naíf, su trapecismo existencial, pueden haber sido escritos en serio o en broma, no hay forma de descifrarlo.Miguel Izquierdo y José Moreno, traductores al castellano de toda su obra en Bob Dylan. Letras 1962-2001 (Global Rhythm / Alfaguara), admiten haber dedicado "a algunos misterios tantas horas como minutos empleó el autor en escribir las letras que los contienen". Es una conclusión engañosa, porque a los minutos hay que añadirles las horas que Dylan pasó con la Biblia o con la Ilíada , con Confucio o Petrarca, con Maquiavelo o Shakespeare, por citar solo algunos. Sin esas lecturas previas no existirían esas canciones.¿Y es Dylan, como muchos creen aún, un cantante protesta? Desde luego, a través de sus canciones, y de sus declaraciones, de alguna forma lo es. Pero no alineado ni alienado.Preguntas recientesPero atendamos a algunas respuestas a preguntas recientes. ¿Habrá paz? "No habrá paz de ninguna clase. Solo en el momento de recargar el rifle". ¿Pertenece a algún credo? "A cualquiera menos a la iglesia de la mente envenenada". ¿Tiene esperanzas? "El futuro a lo mejor no existe. Cada vez que me despierto es presente". ¿Cree en la ley? "La ley es una mierda. Detiene a las prostitutas pero no a quienes las contratan". ¿Qué opina de la censura? "Si los defensores de la moral prohíben las revistas porno, tendrían que prohibir también los programas de televisión de más audiencia".No te quedes anclado, no mires atrás. Ese sigue siendo su único mensaje claro y descifrable. Da igual que sea nuevo o viejo. Busca lo real, lo tangible.En su autobiografía Crónicas (2005), escribe: "Un amigo me preguntó qué música escuchaba y le dije que Ice-T. Años antes trabajé con el rapero Curtis Blow, y me familiaricé con ese mundillo. Irrumpieron aporreando tambores y despeñando caballos. Eran poetas conscientes de lo que ocurría en su entorno".lo que mucha gente no entiende. Si en directo tocara las canciones como en el disco carecerían de significado. Y yo no puedo hacerlo, porque no toco por dinero ni por vanidad, sino por instinto de supervivencia".

Bob Dylan. Letras 1962-2001 "a algunos misterios tantas horas como minutos empleó el autor en escribir las letras que los contienen".Ilíada

"No habrá paz de ninguna clase. Solo en el momento de recargar el rifle"."A cualquiera menos a la iglesia de la mente envenenada"."El futuro a lo mejor no existe. Cada vez que me despierto es presente"."La ley es una mierda. Detiene a las prostitutas pero no a quienes las contratan"."Si los defensores de la moral prohíben las revistas porno, tendrían que prohibir también los programas de televisión de más audiencia".

Crónicas "Un amigo me preguntó qué música escuchaba y le dije que Ice-T. Años antes trabajé con el rapero Curtis Blow, y me familiaricé con ese mundillo. Irrumpieron aporreando tambores y despeñando caballos. Eran poetas conscientes de lo que ocurría en su entorno".

"Si aún existe la canción protesta es en el rap de barrio",