El cantautor estadounidense Bob Dylan fue distinguido ayer en la ciudad de Oviedo con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2007.

Dylan se impuso en las últimas votaciones a las otras cuatro candidaturas finalistas, las de los arquitectos Rafael Moneo y Frank Gerhy, la pianista portuguesa Maria Joao Pires y el músico y productor Andrew Lloyd Webber.

El jurado reconoció en el músico estadounidense su carácter de "mito viviente" de la historia de la música popular y "faro de una generación que tuvo el sueño de cambiar el mundo".

El acta del jurado, a la que dio lectura su presidente, el ex ministro de Comercio José Lladó, subraya el carácter "austero en las formas y profundo en los mensajes" de Robert Allen Zimmerman, que conjuga "la canción y la poesía en una obra que crea escuela y determina la educación sentimental de muchos millones de personas", dijo.

Su obra, añade, es "fiel reflejo del espíritu de una época que busca respuestas en el viento para los deseos que habitan en el corazón de los seres humanos".

La candidatura de Dylan fue propuesta por Andrés Amorós, crítico literario y miembro del jurado. El músico se impuso entre medio centenar de aspirantes nominados al prestigioso galardón que el año pasado fue otorgado al cineasta Pedro Almodóvar. Al galardón concurrían 58 candidaturas después de que a las 51 remitidas a la Fundación Príncipe de Asturias se sumaran otras siete planteadas por los miembros del jurado.

LA OPINION DE GARCI Asimismo, el director de cine, José Luis Garci, que formó parte del Jurado del Premio Príncipe de Asturias de las Artes, dijo que Dylan "luchó" para "cambiar el mundo" en los años 60, por lo que se convirtió en una de las personalidades que más ha "influido" no sólo en la música, sino también en la literatura. "Es un premio incontestable", sentenció. Destacó las letras de sus canciones, a las que calificó como "obras imperecederas" en la historia de la música. "Llegué a escuchar un disco suyo veinte veces seguidas", comentó.

También formó parte del jurado que premió a Dylan la periodista Beatriz Pecker, para quien el galardonado "es un icono de la cultura popular de los siglos XX y XXI". El director de Clásicos Populares de RNE, Fernando Argenta, destacó que el galardón no es sólo un reconocimiento a la carrera del artista sino que supone un homenaje a un tipo de música diferente a la clásica, así como a los valores que se pueden transmitir a través de ella.

UN ANTES Y UN DESPUES Una de las personas que mejor conoce a Dylan en España, el promotor musical Gay Mercader, que fue el primero en contratar una actuación suya en 1984. Mercader afirmó que la trayectoria del músico estadounidense "marca un antes y un después" en la historia del pop y del rock.

Mercader, pionero también en la organización del primer espectáculo de los Rolling Stones en España en 1976, aseguró a Efe alegrarse de la distinción concedida a Dylan que, a su juicio, "es suficientemente merecedor" del premio y afirmó que ve complicado que el cantautor participe en la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe, dado que no le gustan excesivamente las cámaras. Además, señaló que aún no conoce la reacción del artista, pero que ya se le ha mandado toda la información al respecto.

Añadió que Dylan sigue dando conciertos "continuamente", a pesar de ser "un señor que ha visto pasar seis presidentes de los EEUU". "A Dylan lo que le gusta de verdad es tocar", sentenció.

Los ocho Premios Príncipe de Asturias, que tradicionalmente entrega Don Felipe de Borbón durante una ceremonia que se celebra en el Teatro Campoamor de Oviedo, están dotados con 50.000 euros y con la reproducción de una estatuilla diseñada por Joan Miró.