Bajo la presidencia de John Fitzgerald Kennedy había sido un fiscal general de perfil duro e implacable, pero lo acontecido en Dallas en 1963 transformó su discurso político. Robert Kennedy suavizó las formas y su estilo se hizo compasivo tras el asesinato de su hermano mayor. Defendió de forma sentida a las clases desfavorecidas, se postuló contra la guerra de Vietnam, hablaba de derechos humanos, de educación, de paz. Conectaba. Parecía haber absorbido el carisma de JFK. Y se presentó a las elecciones presidenciales.

La noche del 4 de junio de 1968 fue declarado ganador de las primarias de California y se daba por sentado que su destino era la Casa Blanca. Esa misma noche ofreció un parlamento exultante y lleno de optimismo en un salón a rebosar del Hotel Ambassador de Los Angeles. Pocos minutos después, pasada la medianoche, le dispararon mortalmente. Tras los asesinatos de JFK y Martin Luther King, la muerte de Robert Kennedy fue sentida en millones de hogares como el golpe de gracia al idealismo americano.

Uno de esos hogares profundamente apenados era el de Martin Sheen, un actor con vínculos profesionales y personales con la dinastía de los Kennedy. Emilio Estévez, hijo del intérprete, se empapó desde pequeño de esa fascinación. Ayer presentó en Venecia Bobby, un encantador filme que pivota alrededor de la figura del candidato. "Es hora de recordar su voz, lo que defendió, su carisma... Fue más que un político", proclamó ayer Estévez.

UN ACTOR DISCRETO Estévez, un actor discreto recrea las últimas horas de Kennedy. Pero no es a él a quien sigue. Ni tampoco al asesino. Estévez se centra en el personal del Ambassador, en sus conversaciones y en los preparativos que convergen en la celebración de la noche. La narración no sale del hotel.

Es un largometraje compuesto de multitud de escenas cruzadas, con 22 personajes ficticios, interpretados por una larga lista de estrellas de primerísima fila. Hay que ver los amigos que tiene la familia Estévez, el apellido real de Martin Sheen. Cojan aire. Anthony Hopkins, William H. Macy, Sharon Stone, Demi Moore, Laurence Fishburne, Harry Belafonte, Helen Hunt, Elijah Wood, Heather Graham, Christian Slater, los propios Martin Sheen y Emilio Estévez.

La Mostra proyectó la italianas La stella che non c´´¨ , dirigida por Gianni Amelio, que pretende mostrarnos China a través de los ojos de un técnico de mantenimiento italiano que recorre el país para entregar una pieza de una máquina.