El primer best seller de Stephen King, sobre una joven apocada que responde al bullying con un despliegue de poderes telequinéticos, se convirtió también en el primer verdadero éxito de taquilla del director Brian de Palma. Fue asimismo plataforma para Sissy Spacek, terrorífica y emotiva como la heroína, y un Travolta que todavía estaba por contraer la fiebre disco. De Palma sublimó un arsenal variado de movimientos de cámara y técnicas, siempre al servicio de la emoción. Ni secuela ni remakes hacían falta.