Parecía que la cantante Britney Spears había vuelto al redil de la maternidad tras romper su amistad peligrosa con Paris Hilton, pero cuando alguien empieza a meterse en líos tiende a hacer siempre lo que menos le conviene. Vigilada por los servicios sociales, que dudan de su capacidad para ser una buena madre, Spears ha optado por un cambio drástico de imagen; además de grabarse un par de labios en la muñeca, la princesa de chicle se ha cortado el pelo al cero. El diseñador de tatuajes que marcó a la cantante aseguró que el dibujo es "muy fino". Varios transeúntes que se cruzaron con Spears no se cortaron la lengua al asegurar que el nuevo look de la cantante "no le sienta nada bien". En las imágenes de la izquierda, antes y después de su remodelación estética.