Gustavo Bueno (Santo Domingo de la Calzada, 1924) apenas conocía el fenómeno de los llamados libros de autoayuda hasta que se puso a trabajar en su última obra, El mito de la felicidad , que acaba de publicar Ediciones B. Se quedó de una pieza al ver tanta "literatura basura", suscrita por firmas eminentes y que da cifras astronómicas de ventas. "Es terrorífico", afirma Bueno. "Están escritos para débiles mentales".

Contra los primeros que carga este polémico pensador afincado en Asturias, es contra los renombrados psiquiatras que no tienen "una formación clásica, científica o antropológica seria, y en este terreno se comportan como puros aficionados". Bueno, que se niega vehementemente a vulgarizar el lenguaje para que sus reflexiones lleguen mejor al público, señala a Aristóteles y a Santo Tomás como quienes mejor diseccionaron la idea de felicidad.

Bueno denuncia la usurpación que de la idea de felicidad ha hecho la sociedad de mercado. Se ha impuesto el modelo norteamericano y ofrecen felicidad "quienes prometen el estado de bienestar".