Desfilan para los mejores diseñadores, protagonizan infinidad de campañas, ocupan cientos de portadas y se les amontonan los compromisos con un caché que no baja de los 46.000 euros al día. Pero su éxito tiene fecha de caducidad. Por eso muchas supermodelos ponen en marcha sus propios business.

A sus 25 años, Gisele Bündchen es la modelo más rica del mundo, pues factura anualmente 10 millones de euros. En la última década ha amasado 58 millones de euros, sin contar un contrato de 25 millones de euros que firmó con la firma de lencería Victoria´s Secret. Actualmente, Bündchen es la imagen de Louis Vuitton y de las gafas Luxótica. Pero algunos de sus mayores ingresos se los brinda la compañía brasileña de calzado Grendene, que comercializa las chanclas Ipanema. La ex de Leonardo DiCaprio las diseña y se lleva un 7% de las ventas. Por esta gestión percibe 500.000 euros.

La americana Tyra Banks es, con 30 años, la productora de la compañía Bankable con la que realiza el reality show America´s next top model , que también presenta. Ha comenzado a coquetear con la música y tiene previsto lanzar un CD. Otra modelo sumergida en el dólar es la alemana Heidi Klum, de 32 años, que gana al año 7,5 millones de euros. Además de protagonizar el catálogo de Victoria´s Secret, presenta la versión alemana del mismo show --Germany´s next top model, por lo que recibe ingresos millonarios. También diseña joyas y su propio perfume.

Otro bellezón que no se queda atrás es Elle Macpherson, que ha participado en películas y en la serie Friends . Su empresa incluye calendarios, pósteres, vídeos de gimnasia y cosméticos.