La más estruendosa ovación de la Mostra ha sido para una película de animación fuera de concurso, Corpse bride (La esposa cadáver ). Se trata de una maravilla pergeñada por Tim Burton cuya exquisita música ha compuesto Danny Elfman.

Personajes modelados con plastilina, que evocan a los actores que les prestan su voz: Johnny Depp, Helena Bonham-Carter, Emily Watson, Christopher Lee y Albert Finney, entre otros. La historia parte de un cuento judío-ruso y presenta el cambio vital de un muchacho que la noche anterior a contraer un matrimonio de conveniencia pasea por el bosque y quiere ensayar la ceremonia: cree ver la rama de un arbusto y le inserta el anillo. Pero no era un árbol sino el dedo del cadáver de una difunta vestida de novia, que se agarra a él como a un clavo ardiendo. Y ahí empieza el festival, con la paradoja de que el mundo de los vivos aparece en tonos oscuros y el de los muertos en colores.

El sistema utilizado es el de la animación stop-motion, una técnica antigua parecida al rodaje de un filme normal, con su set y la preparación e iluminación de los personajes.

En esto también ha tenido mucho que ver el dibujante y diseñador de personajes animados español Carlos Grangel. "Tomó unos bocetos bastante simples que yo había hecho y les añadió todos los detalles necesarios", dijo Burton.

MADURAS EN EL CARIBE En la sección competitiva se proyectó Vers le sud (Hacia el sur ), del francés Laurent Cantet, una impecable película en la que se profundiza, eludiendo tópicos, en las ansias sexuales de mujeres maduras, concretamente en una playa de Haití.

Charlotte Rampling encabeza un excelente reparto en el que también están Karen Young y Louise Portal. La historia va mucho más allá del típico relato sobre turismo sexual, aunque el objetivo de estas señoras es el de estar acompañadas y gozar de jóvenes y musculosos muchachos negros. Refiriéndose a su personaje, Charlotte Rampling apuntó: "Ella quería vivir un mes al año en entera libertad, la utopía de realizar un deseo, de sentir el placer sin ningún tipo de vergüenza. Para mí, eso no es turismo sexual".

El portugués Joao Botelho presentó O fatalista , un filme inspirado en textos del pensador francés Denis Diderot, que narra la relación entre un señor y su criado.