José Manuel Caballero Bonald, poeta, narrador y ensayista desobediente, además de flamencólogo de corazón, fue premiado ayer por el Ministerio de Cultura con el Premio Nacional de las Letras españolas, el galardón más importante tras el Miguel de Cervantes, que reconoce el conjunto de una obra literaria escrita en cualquiera de las lenguas de España.

Este premio, dotado con 30.000 euros, se suma a una larga lista de galardones lograda por Caballero Bonald en su prolífica e intensa carrera literaria. Entre los más destacados se encuentran dos premios de la Crítica como poeta, y uno como novelista por Agata ojos de gato .

Este gaditano que acaba de cumplir los 79 años y está disfrutando de la buena acogida que ha tenido su último libro de poemas, Manual de infractores (Seix Barral), comentaba ayer con cierta ironía que estaba "muy satisfecho" por el galardón.

Caballero Bonald nació en Jerez de padre cubano con antecedentes santanderinos, y madre perteneciente a una rama de la familia del francés vizconde Bonald, que se instaló en Andalucía a mediados del siglo XIX.

Gran amante del mar, Caballero Bonald se considera un rebelde por naturaleza.

Literariamente es miembro de la llamada Generación de los 50, formada por destacados poetas que hicieron de sus versos, de marcado realismo social, un arma de lucha contra el régimen franquista.

Caballero Bonald destaca que siempre ha procurado interpretar la vida "a través de una prosa cuidada o de un verso con esmero estilístico, junto a una profundización e indagación en el lenguaje para conseguir aproximar la idea a la escritura". Entre su obra destacan sus dos volúmenes de memorias, Tiempo de guerras perdidas (1995) y La costumbre de vivir (2001).