Una impresionante marquesina de espuma de aluminio que aspira a convertirse en icono del edificio y de la ciudad. Y 7.500 metros cuadrados de superficie útil soterrada, expresamente oscura para evidenciar la naturaleza de la construcción, a la vez que luminosa por obra y gracia de la moderna y revolucionaria cubierta cuyo material, que solo se construye en Canadá, permite pasar la luz. Así es el CaixaForum Sevilla, el octavo de los centros culturales que gestiona la Fundació La Caixa y el tercero en superficie tras los de Barcelona y Madrid, y el último, hasta la fecha, en abrir puertas. Lo ha hecho esta mañana, y lo ha hecho a lo grande, con la presencia de autoridades: la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, y el presidente de la fundación, Isidre Fainé; con dos muestras de altura, una centrada en el arte contemporáneo y la otra, en la figura de Hermen Anglada-Camarasa, y con nueve días de puertas abiertas.

El proyecto ha costado 18 millones de euros y contará con un presupuesto anual de 5 millones

Las dos exposiciones de apertura no solo exhiben piezas importantes sino que muestran al público sevillano los fondos que atesora la entidad, pues ambas muestras se han construido a partir de las colecciones que custodia la fundación: la de arte contemporáneo, una de las más importantes de Europa y muy potente en la creación de las últimas décadas, y la dedicada a la figura de Anglada-Camarasa, una de las más relevantes de la pintura catalana de la primera mitad del siglo XX. De las dos salas expositivas del CaixaForum sevillano, ‘¡Mírame!’, comisariada por Nimfa Bisbe, ocupa la de mayores dimensiones: 704 metros cuadrados que reúnen 39 piezas contemporáneas con el retrato, uno de los géneros más antiguos del arte, como hilo conductor. Ahí están, entre otros, Gillian Wearing, Cindy Sherman, Roni Horn, Gerhard Richter, Jean-Michel Basquiat, Esther Ferrer, Bruce Nauman, Carlos Pazos, Curro González y Pedro Mora.

DEL POST-IMPRESIONISMO A BASQUIAT

Anglada-Camarasa (1871-Pollença, 1959) y 94 piezas salidas de su pincel lucen en la segunda sala expositiva del centro, 384 metros cuadrados, en lo que es un recorrido, elaborado por Francesc Fontbona, por todas las etapas de este post-impresionista subyugado por el color, desde su obra centrada en el realismo rural hasta sus últimos paisajes de Mallorca, donde se refugió y murió, pasando por su etapa valenciana, de la que surgieron óleos tan esenciales como ‘El ídolo’ (1910) y ‘Novia valenciana’ (1911), y por su producción en Montserrat, donde se refugió en plena guerra civil. La mayoría de estas piezas se exponen permanentemente en el CaixaForum de Palma de Mallorca, convertido en centro de estudio y divulgación del artista, y custodio de los 328 trabajos y 194 objetos personales de Anglada-Camarasa que la fundación compró a sus herederos en 1988.

Con todo, las dos salas expositivas no son lo único que alberga el impresionante edificio construido, aunque lo suyo sería decir reformado, por Guillermo Vázquez Consuegra, el arquitecto estrella de la ciudad. Suyos son, también, el nuevo Palacio de Congresos y el acondicionamiento del Palacio de San Telmo. Consuegra ha convertido uno de los edificios Podium del complejo Torre Sevilla, en la Isla de la Cartuja, en un moderno centro de aluminio y hormigón con aires fabriles que, además de las salas de exposición, cuenta con un auditorio para 276 personas, una terraza mirador y dos salas polivalentes preparadas para acoger actividades musicales, conferencias y talleres infantiles. La urbanización del parque, antaño viejas estructuras heredadas de la Exposición Universal del 92, que aglutina todo el complejo (el CaixaForum, la propia Torre y el futuro centro comercial), también lleva su firma.

DE LAS ATARAZANAS A LA TORRE SEVILLA

El conjunto forma parte de un ambicioso proyecto que pretende convertir la zona, poco frecuentada por los sevillanos, en un polo cultural. Ahí están también la Fundación Tres Cullturas, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo y el Pabellón de la Navegación. Para ello la fundación ha invertido 18 millones de euros. Algo menos de los previstos en el proyecto inicial, el que situaba el CaixaForum en las Reales Atarazanas. La operación quedó descartada en el 2012 por los retrasos en otorgar la licencia de obras. Demora motivada por las desavenencias entre la Junta y el Ayuntamiento. La herencia de la Torre Sevilla, generada con la absorción por parte de La Caixa de Banca Cívica, ayudó al cambio de ubicación del centro cultural. Aunque la entidad se ha comprometido a ayudar en la reforma del viejo edificio de las atarazanas, levantado en el siglo XIII y Bien de Interés Cultural, con una inversión de 10 millones de euros.

Cinco millones serán los que contará de presupuesto anual CaixaForum Sevilla, que acogerá seis exposiciones al año y entrará en el circuito de las grandes muestras que organiza la entidad en cooperación con el Museo del Prado, el Museo Británico y el Museo del Louvre. Exposiciones que solo arriban a los grandes centros de la fundación: Barcelona, Madrid y Zaragoza. Los otros cuatro, más pequeños, son los de Palma de Mallorca, Lleida, Tarragona y Girona. El noveno se prevé en Valencia, donde la fundación mantiene conversaciones para instalarlo en el Ágora de la Ciutat de les Arts.