La apertura, ayer, del nuevo centro cultural y social CaixaForum de Madrid amplía la oferta de espacios dedicados al arte dentro de un triángulo cuyos vértices forman el Museo del Prado, el Thyssen-Bornemisza y el Reina Sofía, una zona que se ha convertido en un punto de referencia cultural de la ciudad. Todo un salto en la presencia madrileña de la obra social de La Caixa que hasta ahora ha tenido un pequeño local en el elitista barrio de Salamanca y que mantiene Cosmocaixa a unos 20 kilómetros del centro urbano. En pleno corazón histórico y mediante la recuperación de un antigua central eléctrica de 1900, la Fundación La Caixa ha instalado su oferta sociocultural por primera vez fuera de Cataluña y Baleares. No se ha gastado un céntimo más de los 60 millones de euros presupuestados. La reconversión arquitectónica ha supuesto pasar de 2.000 metros cuadrados a 10.000 en cuatro plantas y ha sido realizada por el estudio suizo de Herzog & de Meuron, artífice de una intervención similar en la Tate Modern de Londres. Integrado en el barrio, el edificio destaca por su combinación de ladrillo y hierro colado con efecto óxido para el exterior, y madera y piedra para el interior. Ha recuperado una plaza pública en la que destaca el jardín vertical de Patrick Blanc, con 15.000 plantas de 250 especies. Los reyes Juan Carlos y Sofía inauguraron ayer el centro, que expone una selección de sus fondos artísticos.