Vestida de riguroso negro, Naomi Campbell acudió ayer al departamento de Sanidad de Nueva York para cumplir su primer día de condena. Fregona en mano, la diosa de ébano inició su semana de penitencia: cinco días en los que tendrá que dedicarse a barrer, fregar suelos y limpiar retretes en el edificio. Armada con unas gruesas botas, Campbell (foto) llegó al lugar acompañada de un funcionario.

Las imágenes de la top cargando su calzado de trabajo son las únicas que se pudieron ver. A diferencia de lo que pasó con el cantante Boy George, que barrió las calles neoyorquinas en agosto, el castigo de Campbell quedará fuera del alcance de las cámaras. Campbell fue condenada por lanzar un teléfono móvil a la cabeza de una empleada.