El cantante extremeño Robe Iniesta (Plasencia, 1962) reconoce que "todavía no" ha escrito su "mejor canción", sino que "esa está por venir".

Iniesta ha pasado los últimos seis meses de gira, por vez primera sin Extremoduro, presentando las canciones de Destrozares, canciones para el final de los tiempos, su segundo disco al margen de la enorme e influyente banda nodriza que con tanto éxito capitanea desde 1987.

Y después de una treintena de conciertos, en los que también por primera vez se ha atrevido con teatros y pequeños auditorios que poco o nada tienen que ver con el 'rock transgresivo', afronta ahora las últimas fechas en Pozoblanco (10 de noviembre), Madrid (11 de noviembre, WiZink Center), Palma de Mallorca (18 de noviembre) y Bilbao Arena (25 de noviembre).

"Ha estado muy bien, ha sido una experiencia nueva y muy bonita. A la gente le han gustado mucho tanto los conciertos en teatros, que han sido más emocionantes, como en sitios grandes que han tenido más marcha", apunta Robe en una entrevista en la que repaso de todo lo acontecido y anticipa posibles pistas de su futuro.

Así, asegura que lo que más le apetecía en esta etapa de su carrera era "tocar canciones que nunca había tocado", puesto que en una "gira normal tocas canciones antiguas y alguna del nuevo disco... pero hay muchas que vienen muy de atrás". "Me apetecía hacer una gira en la que cantas todas por primera vez", apostilla.

"Hay mucha gente que te pide canciones muy antiguas. Está bien recordar, pero no vas a sentir lo que sentiste cuando la escuchaste con 18 años, va a ser otra cosa porque somos distintos y el mundo es distinto. No vengas a pedirme Deltoya ahora, aquello pasó hace veinte años", reflexiona.

Porque para Robe, "el éxito es seguir creando y que lo que vayas haciendo le guste a gente que quiera ir a verte en un concierto sin esperar cosas del pasado". "El éxito es sentir que lo de ahora es mejor que lo que hacía antes. Que cada vez es mejor y lo que haga será mejor. Quizás haya gente a la que le guste vivir del pasado, pero a mi no", destaca.

"Yo ante todo soy un creador, más que un guitarrista, un cantante o un poeta o lo que sea", prosigue, antes de asegurar que para él "vender más o menos discos no es importante", ya que lo que él necesita es "sorprender" y hacer cosas nuevas: "Lo más importante en la vida son las ganas y yo todavía no he escrito mi mejor canción, esa está por venir".

Experiencia de teatro

Aparte de ofrecer nuevas composiciones, otra novedad para Robe ha sido la de presentarse en teatros ante un público ordenadamente colocado en sus butacas. Y como es lógico, confiesa que al principio se veía "un poco raro sentado" en medio de ese "silencio" que suele reinar en este tipo de recintos. "Pero le he ido cogiendo el punto poco a poco y ha estado muy bien", afirma.

Y añade: "Se pretendía que la gente no cantara en los teatros, aunque en unos se conseguía y en otros no. En los recintos más grandes hay murmullo general y ruido en las barras, es imposible conseguir ese silencio. Quizás nos hemos empeñado en un imposible porque la gente quería cantar y cantaba, pero eso también ha tenido su punto. Combinar las dos cosas ha estado muy bien".

Con tono socarrón, asegura Robe que comprende que ha podido haber gente que haya acudido a los conciertos en teatros "con mucha marcha" y comportándose como en un concierto de rock al uso "en plan hasta que le echen". "Había conciertos que pensabas a ratos qué cojones hacemos aquí en un teatro si está todo el mundo de pie y cantando", agrega con sorna.

Tras resaltar que ha sido "emocionante" que el público haya acudido a los conciertos "con los oídos abiertos para escuchar otro tipo de música", admite Robe que el uso de los teléfonos móviles es algo que le enfada especialmente, ya que "no puedes hacer un concierto y dar lo mejor de ti si algo te está molestando".

Justo por eso, reivindica acudir a los conciertos para "vivir el momento y saborearlo, no para guardarlo". "Te anuncian que la gente va a un concierto a pasarlo bien grabándolo, pero de ninguna manera puedes estar en un concierto con un aparato encima de tu cabeza grabando todo. Es el colmo de la diversión. El tope de la diversión es que vas a ser el primer tonto que va a colgar eso en la red", plantea irónico.

Durante estos conciertos y debido a la gran demanda, también se manifestó Robe meses atrás en contra de la reventa en webs como Viagogo, a la que apunta directamente porque "anuncias las fechas y al momento ya están vendiendo entradas que cuestan el doble de dinero". Por eso recalca que esta es "una lacra que hace que no puedas tocar en un sitio pequeño porque te expones a una reventa de la leche".

"Viagogo en particular es la que nos mosquea. Buscas entradas en internet, salen los primeros y pone página oficial de Viagogo y eso engaña a mucha gente. Es una estafa y encima a veces hay entradas duplicadas. Este asunto está muy poco legislado, de repente gente que no hace ningún trabajo engaña a todo el mundo", denuncia.

Concierto en Barcelona

Antes de sus citas en Pozoblanco este viernes y en Madrid el sábado, el último recital de la gira hasta la fecha tuvo lugar el 28 de octubre en Barcelona, ciudad presente de manera permanente en los medios de comunicación desde hace ya unas cuantas semanas por la situación política en Cataluña.

Sin embargo, Robe no notó nada fuera de lo habitual, ya que "el público disfrutó mucho". "Creo que todo el mundo está allí un poco harto de tanta feria", lanza en referencia a la situación política, al tiempo que expresa su deseo de que dicha feria "termine de una vez" para que así se puedan atender "asuntos más importantes y urgentes".

Y es que a su juicio, "las cosas se podrían hacer más normalmente, sin tanta crispación ni fanatismo". "Vivimos en un tiempo en el que las cosas no se pueden hablar normalmente, tienes que tener cuidado de qué hablas, de cómo das tu opinión y en qué medio. Hay que tener cuidado de no herir las sensibilidades, que las tenemos todos como muy sensibles, incluso las autoridades. Te pueden meter en la cárcel por decir cualquier cosa y así no se pueden hablar las cosas normalmente", señala.

Fin de gira

Una vez superadas las fechas en Pozoblanco y Madrid, solo quedarán actuaciones en Palma de Mallorca y Bilbao. Después de eso, será momento de empaquetarlo todo y apagar los interruptores. "Ya que se está acabando me da un poco de pena, ha sido una historia larga y bonita", confiesa Robe, quien adelanta que no quiere "hacer planes".

"Cuando acaba una gira te quedas un poco pillado. Siempre digo no voy a tardar tanto en hacer otra, que la siguiente la haré antes, pero al final no puedes si quieres preparar las cosas bien. Si quieres hacer arte de verdad te tienes que olvidar del calendario, cuando tienes que poner fecha, algo no queda como querías", asevera.

Lo que sí sabe es que el siguiente paso será editar un directo que deje testimonio de esta treintena de presentaciones. Aún faltan detalles por concretar, pero desvela que ya han grabado actuaciones en Barcelona, Mérida y Madrid, y añade que también se registrará la del WiZink Center. "Cogeremos las canciones que mejor hayan salido", adelanta.

Al estar en el cierre de una etapa, resulta imposible no preguntarse si reaparecerá Extremoduro en el siguiente capítulo de la vida de Robe. Pero parece que ni él mismo lo tiene claro, pues según indica, "Extremoduro depende de sí mismo, no de que Iñaki Uoho o él hagan "otras cosas".

"Ahora él está con Inconscientes y cuando acaben ellos y acabe yo nos juntaremos a ver si tenemos ganas. Extremo depende de que tenga canciones, de que tenga un motivo seguir. Para que un grupo esté vivo tiene que seguir haciendo canciones nuevas. No me hace falta llenar estadios pudiendo hacer conciertos y ganarme la vida con ello", concluye.