El heredero de la corona británica y su esposa, la duquesa de Cornualles, han invertido algunos de sus ahorrillos en comprar una casa en Gales. Es la primera propiedad que la pareja adquiere de manera conjunta. Se trata de una finca de 77 hectáreas de superficie situada en un paraje idílico. El matrimonio se sintió atraído por su ubicación rural remota y por la existencia de una granja orgánica. El cultivo ecológico es una de las últimas aficiones del príncipe Carlos. El príncipe y Camila han decidido que la finca se alquile durante el periodo en que ellos no estén viviendo allí. Los futuros arrendatarios de la finca podrán disfrutar de los mismos lujos que los dueños, según informó un portavoz de Clarence House, la residencia oficial del heredero.