El príncipe Carlos de Inglaterra (foto) quiere llevar la revolución ecológica a Buckingham. El heredero de la Corona ha pedido a su personal que revise antes de febrero mansiones y desplazamientos para reducir al máximo las emisiones de carbono en la atmósfera. Carlos ya ha hablado con algunos de sus empleados para sugerirles que dejen el coche y usen la bicicleta.

El mismo estaría dispuesto a viajar en un tren ordinario, de Londres a Highgrove, en lugar de hacerlo en coche o helicóptero, como hace ahora. Además, ha pedido a sus asesores que traten de encontrar un carburante menos contaminante para su flota de automóviles. La iniciativa puede disgustar a la reina y a otros miembros de la familia real que utilizan habitualmente helicópteros y jets privados. Los planes de Carlos son un problema para los servicios de seguridad, que tendrán dificultades si este decide viajar en tren.