Actriz formada con profesores como Albert Boadella o Lee Strasberg, Carme Elías cuenta con una amplia trayectoria profesional, tanto en cine como en teatro, dos facetas que se conjugan en la actualidad: con su papel de Yocasta en Edipo Rey , que se representa en Mérida, y con el estreno de Camino , película de Javier Fesser.

--¿Cómo afronta este papel que le ha traído por primera vez a Mérida?

--Obedeciendo al director que desde el primer momento nos marcó claramente el espacio y las posiciones. En cuanto al personaje me he encontrado con un director con el que yo soñaba trabajar y que no me ha defraudado sino todo lo contrario. De alguna manera es muy exigente pero sabe muy bien lo que quiere contar y cómo lo quiere contar. En realidad ha sido fácil, porque al ser exigente hemos ido progresando cada día.

--Pero esto supone mayor concentración ¿no?

--Es muy sencillo porque tiene muy claro cómo es el personaje y de alguna forma coincide con la idea que yo traía al leerme su versión de Edipo. El director es tan sabio que hace muy fácil entrar en el personaje, lo difícil es seguirle aunque te abre caminos que sí se pueden recorrer.

--Lavelli es de la opinión que la exigencia es el punto de partida de la libertad. ¿Lo comparte?

--Tiene toda la razón porque, después de poner el listón tan alto, luego lo que se abre es un camino de libertad.

-Su personaje, ¿qué rol juega?

--Soy una columna, como esa mujer fuerte que, pase lo que pase, se enfrenta a la tragedia de Edipo, y además le demuestra con argumentos que se está metiendo, sin razón de ser, en un pozo sin fondos. En realidad ella se revela contra el destino hostil de su familia, y se preocupa del presente. Es una libre-pensadora porque no hace caso a los dioses que vaticinan su fatal destino.

--¿Qué opina de sus colegas?

--Hemos hecho piña, estamos todos en la misma línea y sentimos que estamos en algo interesante. Todos me aportan su pequeña parcela de generosidad y su disponibilidad.

--¿Estáis disponibles también para el público?

--Claro, si esto no se transmite al público será un fracaso para mí, y supongo que para todo el equipo. Yo creo que todo esto es el público el que lo recibe y, si es así, se creará esa respiración que se crea en los espectáculos de teatro.

--Este año el festival ha acogido la obra más vista de toda su historia, ¿qué le parece?

--Dice mucho del Festival de Mérida, de su director, y del público de aquí porque esperan algo potente y serio. El teatro aquí está hecho de una forma perfeccionista y exhaustivamente trabajada, lo que hace que venga incluso gente de fuera a verlo. Esto quiere decir que la cultura de nuestro país está sana, ya que la gente se mueve para ver a Lavelli, a un Edipo Rey de Sófocles, y a un equipo que es brutal.

--¿Qué espera de esa aceptación del público?

--Me gustaría que disfrutara mucho, pero yo mi éxito ya lo tengo (risas). Soy una actriz de todo, pero me gusta mucho el teatro porque se asumen muchos más riesgos.