El director teatral Francisco Carrillo dirigirá las dos próximas ediciones del Festival de Teatro Clásico de Mérida, una nueva etapa en la que se hará "especial hincapié en el teatro como tal género, que tendrá un predominio importante" en la programación, aunque "sin descartar, pero en mucha menor medida, la danza y la música".

Así lo ha anunciado ayer en Mérida el consejero de Cultura, Francisco Muñoz, quien dio cuenta de la última reunión del Consejo Rector del Consorcio del Patronato del Festival, que presidió el presidente extremeño, y en la que se formalizó el relevo en la dirección de Jorge Márquez por Carrillo.

Según el consejero, tras una etapa de seis años bajo la dirección de Márquez, que ha sido fundamental para lograr que el ciclo sea "una buena marca" con "una imagen de mucha importancia, una proyección importante" en todo el país y Europa, ahora se abre otra nueva en la que se mantendrá al tradicional "equilibrio entre el rigor grecolatino y el espectáculo".

En esta continuación de "un momento feliz" del ciclo emeritense el teatro propiamente dicho tendrá una gran preponderancia en la programación, que este año, cuando se llega a la LII edición, aún no está decidida y para la que, con "libertad", Carrillo puede elegir entre una oferta de 22 propuestas.

PALABRAS PARA EL EXDIRECTOR En cuanto a los seis años de trabajo de Márquez, el consejero dijo, tras señalar que el escritor sevillano "planteó el relevo", que se han satisfecho las expectativas de proyección y que en el 2005 se consolidó la afluencia de espectadores en unos 60.000, "una cifra importante", apuntó.

En el 2005, informó, se produjo un leve descenso respecto al 2004, que fue "extraordinaria" al celebrarse la L edición, y la media de asistencia por espectáculo fue de 1.800 personas, cuando el aforo del teatro romano es de menos de 3.000.

Por su parte, Francisco Carrillo, que subrayó que "conozco el Festival", ya que entre 1996 y 1999 formó parte de la dirección del ciclo como socio de la empresa Espectáculos Ibéricos, explicó que en sus dos años de trabajo sobresaldrá "la línea de lo grecolatino, del teatro como eje central de todas las propuestas".

Además, "se ahondará en la participación festiva de la ciudad en el mundo del teatro en los meses de julio y agosto", para lo que el ciclo "se abrirá a espectáculos novedosos y cuya cabida no sea exactamente el teatro romano sino otros espacios".

Otra propuesta es "dar cabida" a los, subrayó, numerosos y talentosos directores jóvenes existentes en el país, aunque siempre preservando la gran calidad de la oferta emeritense.

Sobre la programación, dijo que se han recogido propuestas "que no conozco con profundidad", aunque resaltó que el relevo no retrasará el trabajo. El festival dispone de un presupuesto de 2.332.528 euros, un 2% más que en 2004, de los que un millón se destinarán a financiar la programación, y se ha incorporado otro patrono, Caja Duero, que aporta 128.000 euros.

Además, se ha acordado reducir la previsión por ingresos por taquilla de entre el 40 y el 50% al 30%, el déficit es de unos 9.000 euros y se ha pedido un crédito bancario de 300.000 euros que prevé amortizar en tres años.