El director del Festival de Mérida, Jesús Cimarro, confirmó ayer que el certamen aún tiene pendientes de pago 1,9 millones de euros del préstamo de 4,4 millones que se solicitó en el 2012 para subsanar las cuentas y hacer frente a las deudas de la anterior gestión. En estos seis años se han abonado un total de 2,5 millones y los 1,9 pendientes se terminarán de pagar en mayo del año 2022. Cimarro reconoció que esta deuda «afecta» a la programación en tanto que el superávit de taquilla que ahora se invierte en amortizar los pagos no puede destinarse íntegramente a la programación.