Llegó a Hollywood con la mirada desafiante de quien aspira a comerse la ciudad. No tardó en captar la atención de los productores y en convertirse en la pareja cinematográfica de las estrellas de moda (Keanu Reeves, Johnny Depp, Matt Damon y Tobey Maguire). Más de 20 películas después, Charlize Theron (Benoni, Suráfrica, 1975) ya no es aquella rubia suave e ingenua a la que muchos quisieron comparar con Carole Lombard.

Lo demostró con su su interpretación de la asesina en serie Aileen Wournos en Monster , papel que le valió un Oscar y un Globo de Oro. Y ha vuelto a arriesgar en North country , película en la que encarna a una mujer que sufre acoso sexual en el trabajo; en Aeon Flux , su primer filme de ciencia ficción, y en Juegos de mujer , que se estrena el miércoles que viene en España y en la que Theron es uno de los vértices de un bisexual triángulo amoroso que completan Penélope Cruz y Stuart Townsend (su novio en la vida real desde hace cuatro años e intérprete de Shade ). Morbo asegurado.

"El Oscar no ha cambiado nada, excepto que he tenido más ofertas de trabajo que antes y una mayor libertad de elección", cuenta la actriz en Los Angeles, ciudad en la que reside desde hace una década. "No me ha quitado el miedo y la excitación ante los nuevos desafíos ni el hambre de trabajar. Me gusta pensar que aún hay mucho por alcanzar".

UN CAMBIO DRASTICO En cualquier caso, Charlize Theron se comprometió a hacer Juegos de mujer antes de recibir la estatuilla, movida por el deseo de "cambiar drásticamente" de registro tras la intensa experiencia de Monster . "Después de interpretar a Aileen Wournos necesitaba volver al trabajo de inmediato y hacer algo que me sacara del estado emocional en que me encontraba. Necesitaba quitarme de encima a Aileen, porque de lo contrario habría acabado realmente deprimida".

En Juegos de mujer Theron interpreta a una aristocrática artista de vanguardia que reside en París y cuya promiscua vida amorosa incluye una relación con una modelo española coja (Penélope Cruz) y una intensa historia de amor con un estudiante irlandés (Townsend) que se alista voluntario para combatir en el bando republicano durante la guerra civil española. Por un guiño del azar, el rodaje de las escenas de guerra coincidió con el periodo más cruento de la ofensiva en Irak.