Tetro se rueda en Buenos Aires bajo una suerte de secreto de Estado. La gente que lleva la producción suelta datos de la historia en dosis homeopáticas. El celo con el que se lleva adelante la nueva película de Francis Ford Coppola puede parecer desde fuera desconcertante, como si estuviera en juego algo más que un guión.

Pero los actores sienten que esta es una situación irrepetible. Saben que el tren Coppola no pasa dos veces en la vida. "Tengo la suerte espectacular de filmar con él y, además, de hacerlo aquí, ¿qué te parece?", dice Maribel Verdú, y los ojos se le encienden como cenitales. "Me habría muerto de haber rodado en Los Angeles. ¿Cinco meses allí? Ni loca. En cambio, estoy en una ciudad en la que viviría de lo más contenta si no estuviera en España", dice, y luego se bebe un sorbo de agua.

Verdú es Miranda, una psicóloga que vino de Europa a trabajar en La Colifata, una radio "real" que transmite todos los sábados desde el hospital neuropsiquiátrico José Borda de esta ciudad, y que tiene como protagonistas a los pacientes. La experiencia de La Colifata no solo impactó a los vendedores de la bebida Aquarius. También estremeció a Coppola cuando visitó el Borda;. Y por eso decidió incluir al neuropsiquiátrico en la historia.

Miranda se enamora en el Borda de Tetro, un escritor del cual poco sabe y que está allí internado. "Ella es una mujer apasionante, que siempre sonríe y, aunque le afecta lo que ocurre a su alrededor, se resiste a andar por la vida dando pena", afirma.

Por su parte, Carmen Maura acaba de llegar de México para sumarse al rodaje. Maura reemplazó a Javier Bardem en esta película que se filmará en blanco y negro salvo unos flashback en color. Es la mentora literaria de Tetro y hablará casi siempre en francés.