Rafael Chirbes (Tavernes de la Valldigna, Valencia, 1949) regresa a las librerías con una reflexión sobre la vida a partir de sus experiencias en diversas ciudades. Una novela que el autor de La larga marcha y La caída de Madrid ha titulado con un oxímoron: El viajero sedentario (Anagrama). "Es y no es un libro de viajes. Habla de mi fascinación por asomarme y ver otras vidas", afirma el escritor. "Nunca me ha interesado el viaje como aventura. En este libro me acerco a lugares que tienen algo de mí".

El texto recoge artículos que publicó en una selecta revista para amantes del vino y del buen yantar. Amberes, Florencia, Puerto Vallarta, Hamburgo, Popoyán, Halifax, Leningrado, Sidney, Madrid, París y Barcelona son algunos de los lugares que inspiran el libro. El ritmo y el tono del texto marcó la selección de ciudades y el orden en el que aparecen. El recorrido empieza en el lugar más exótico, Pekín, y concluye en un lugar más cercano, Ibiza. Un estudio histórico resumido acompaña cada una de sus paradas. Para Chirbes las ciudades "encubren los mecanismos más crueles de ambición y poder".