Chus Gutiérrez ha salido airosa en su empeño de recrear lo que fue el inicio de la movida madrileña a principio de los 80 y el impacto causado por la intentona golpista del 23-F. Al mismo tiempo, la directora y coguionista describe en El Calentito los avatares de un grupo punk femenino, Las Siux, que actúan en el local que da título al filme y que está regentado por un travesti. Como vocalista del trío se incorpora por azar una muchacha de familia tradicional, preocupada por no haber perdido la virginidad.

El gran acierto de esta comedia variopinta es que todos los cabos, y son muchos, están bien atados. Se elude el riesgo de la farsa grotesca o de la caricatura, mientras los números musicales están debidamente dosificados. En ellos aparece, en filmación del momento, un corte de la actuación de Pedro Almodóvar y McNamara. Chus Gutiérrez conoce el percal porque formó parte del grupo Las Xoxonees, con su hermana Blanca Li, también realizadora, y que se ha ocupado de la coreografía de El Calentito .

"Esta película es el compendio de muchas cosas --dijo ayer Chus--. Una de ellas es la recuperación del espíritu perdido de aquél momento, con su carga de ingenuidad y con las convulsiones morales y sociales derivadas de la transición. Fueron unos cambios trascendentes".

Las canciones que interpretan Las Sioux las ha compuesto Tao Gutiérrez, hermano de Chus. "El grupo tenía que tener su propia personalidad y por eso cantan temas nuevos. En la banda sonora hemos incluido las canciones de la época que nos gustaban más", pecisó la realizadora. El Calentito ha sido como una ráfaga de aire fresco y tonificante.