El rapero Lil Wayne es el único que puede hacer sombra a los británicos Coldplay en la ceremonia de los Grammy que se celebrará mañana por la noche en Los Angeles. La banda de Chris Martin está nominada en siete categorías, entre ellas la de mejor sencillo y mejor álbum por Viva la vida . El superventas Tha Carter III también le ha valido a Wayne la nominación al mejor álbum, además de optar a otras siete categorías secundarias de las 110 que se concederán. Pero este parece ser el año de Coldplay, que también opta a cuatro premios en los Brit Awards.

La 51 edición de los Grammy, la gran fiesta de la industria de la música, se celebrará en plena transformación del sector, que ha abandonado la venta de discos como principal fuente de ingresos para invertir en la distribución digital de la música. "El álbum ha dejado de ser el medio con el que muchos artistas conectan con los fans", admite Nick Gatfield, ejecutivo de la discográfica Emi. Cada vez se levantan más voces contra la estructura clásica de los Grammy, incluyendo la del líder de U2, Bono, que se refiere a estos premios como The Grannies (Los abuelitos) .

In Rainbows , de Radiohead, también opta a mejor álbum. El grupo esquivó las grandes discográficas y distribuyó su obra primero a través de su web y después en el sello del roquero Dave Matthews. Aun así, Emi ha vendido siete millones de copias de Viva la vida y, en el 2008, 17,5 millones de personas vieron la gala de los premios.

Otra de las categorías más codiciadas, la de artista revelación, tiene como contendientes a Adele, Duffy, Jonas Brothers, Lady Antebellum y Jazmine Sullivan.