Casi 20 años después de Bajarse al moro , Fernando Colomo vuelve a Lavapiés con El Próximo Oriente , una comedia desenfadada con la que descubrió su "propia ignorancia" sobre el Islám y que le lleva a afirmar: hay una "escisión brutal entre Oriente y Occidente, que está en su peor periodo".

El Próximo Oriente -cuyo título responde a uno de esos juegos de palabras que tanto gustan al realizador- se estrena el 18 de agosto y narra la peripecia de dos hermanos totalmente diferentes. Uno de ellos, Caín, es gordo y tímido, y el otro, Abel, es un seductor, casado y con dos hijas.

La historia arranca cuando Caín (Javier Cifrián) descubre que Abel (Asier Etxeandia) ha dejado embarazada a Aisha (Nur Al Levi), su atractiva vecina, hija de un matrimonio de inmigrantes musulmanes de Bangladesh que tienen un restaurante.

CAMBIO DE GUION Fernando Colomo cuenta, que inicialmente perfiló un guión sobre dos hermanas que vivían en La Latina -otra muy castiza zona de Madrid-, pero poco a poco, se fue desviando hasta llegar a Lavapiés, con dos hermanos y una familia de Bangladesh que regentaba un negocio de teléfonos móviles.

Entonces, llegó el 11-M, una tragedia que dejó en un cajón el guión, hasta que el cineasta, tiempo después, se dio cuenta de que "era la película que tenía que hacer. Sin querer, me había encontrado con el Islám dentro de Madrid y empecé a documentarme, a mirar libros, a visitar las mezquitas de Lavapiés ..."

De hecho, confiesa, el "proceso por el que pasa Caín -su acercamiento a una cultura desconocida- es el que fui pasando yo; fui descubriendo mi propia ignorancia y la de nuestro país, en el que vivieron los musulmanes durante ocho siglos". Por eso, reconoce, este filme tiene algo "didáctico".

El realizador de películas como Tigres de papel -su debut en 1977-, Los años bárbaros , Cuarteto de La Habana o Al sur de Granada -la más reciente-, cuenta una historia amable, donde el personaje principal, un eterno adolescente acomplejado, encuentra su lugar.