Oriol Paulo (El cuerpo) ama el misterio y los giros inesperados. El enigma y la intriga es el terreno en el que mejor se mueve el director y guionista barcelonés, pero jamás pensó la vuelta de tuerca que daría su última película. Contratiempo -thriller sobre culpa, venganza, manipulación y poder- se estrenó en España hace justo un año. Más de medio millón de espectadores acudieron a los cines a verla, recaudando 3,6 millones de euros, una cifra que a los productores les pareció escasa. Los responsables de Atresmedia estaban convencidos de que el filme llevaría a las salas al doble de público (como mínimo).

Siete meses después del estreno, cuando Paulo ya había «cortado el cordón umbilical con el filme» y estaba enfrascado en otros proyectos, recibió una llamada sorprendente y digna de un thriller. Era un distribuidor chino, que se rindió a sus pies. Le explicó que admiraba Contratiempo, que quería estrenarla en China y que lo invitaba dos semanas al país asiático para promocionarla. Boom.

La película -programada en 7.000 pantallas en versión original subtitulada- se ha convertido en el filme español más visto en China. Ha estado cinco semanas en el top ten y ha recaudado una brutalidad: 26 millones de dólares. Habrá hasta un remake, algo que muy pocas cintas españolas pueden decir (Torremolinos 73, de Pablo Berger, es una de ellas).

¿Cuáles han sido las claves del éxito de Contratiempo? Lo fácil sería pensar en el tirón del protagonista: Mario Casas. Pero no. El actor no es allí un ídolo de masas. ¿Entonces? «Estrenar en China no es fácil. Las autoridades del país conceden solo 70 licencias al año para filmes extranjeros, así que viajar hasta allí y promocionar mi trabajo me pareció muy interesante. Nunca había ido y era una oportunidad fabulosa. Quería vivir aquello. Me lo tomé como una experiencia vital y también una manera de introducirme en un mercado importantísimo para el cine», recuerda Paulo. «Ni de broma imaginé todo lo bueno que me iba a pasar», añade.

PIROPOS Y FOTOS / Nada más aterrizar, el 4 de septiembre, a Paulo le llevaron primero a la Muralla y luego a Pekín, a una empresa especializada en cine. El realizador no daba crédito cuando los empleados se le empezaron a acercar para piropearlo y hacerse fotografías con él. Entre otras cosas, le explicaron que Contratiempo había sido pasto de la piratería en internet, con más de un millón de descargas ilegales. Después, Paulo emprendió un tour por las seis principales ciudades del país, donde ofreció conferencias de prensa y entrevistas (calcula que unas 200). «Mi única arma era la película», cuenta.

El realizador está convencido de que Contratiempo ha sido un éxito en China por varios motivos. Primero, porque el espectador es «muy activo». «Tienen una envidiable cultura del cine. La gente acude a las salas con devoción, algo que aquí, en España, creo que estamos perdiendo». China, de hecho, goza de un envidiable número de pantallas: 41.542. Solo en el 2015, el parque aumentó en más de 9.500. (Es incomparable por el tamaño, pero recordemos que España tiene 3.534 pantallas).

LUCHA DE DOS PADRES / En Contratiempo, Mario Casas da vida a un empresario de éxito, un respetado hombre de negocios casado y con una niña pequeña. Pero un accidente de coche mientras está en compañía de su amante (Bárbara Lennie) hace que toda su vida dé un giro descomunal. Consciente de que su guion «implica mucho al público», Paulo cree que los espectadores asiáticos se han sentido especialmente atraídos por la historia de Ana Wagener y Jose Coronado, que interpretan a dos padres que luchan sin descanso contra la injusticia.

«Palpé en el ambiente que Contratiempo iba a gustar. Es un thriller con misterio en el que hay que resolver un enigma. Después del estreno en Pekín, me fui a tomar una copa con los distribuidores. Mientras charlaba con ellos de la película se acercaron un grupo de chavales y me preguntaron si era el director. Aluciné muchísimo. Sobre todo cuando llamaron a sus amigos y les dijeron que vinieran al bar para hacerse todos una foto conmigo. Qué bonito haber vivido todo eso», reflexiona Paulo, que ha visto cómo su filme se ha estrenado en Grecia (dos semanas número uno de taquilla), Taiwán, la India y Corea del Sur (país que también ha comprado los derechos para un remake).

Tras haber vivido la sorprendente y excepcional experiencia china, Paulo pide que se reivindique el cine de género español. «Cuando sales de nuestras fronteras te das cuenta de que es una marca. Tenemos que cuidar nuestra industria y realizar todo tipo de películas», analiza.

NUEVA PELÍCULA / Después del «subidón», el realizador y guionista ya ha vuelto a la normalidad. Este febrero empezará a rodar en Barcelona y Canarias su nuevo trabajo, Mirage. Producido por Atresmedia, será «un thriller de ciencia ficción conceptual» con Adriana Ugarte y Chino Darín como protagonistas y en el que una interferencia entre dos tiempos provoca un devastador efecto mariposa. ¿Repetirá el éxito chino de Contratiempo? En el cine, todo son incógnitas.