La categoría de mejor interpretación masculina protagonista ha sido hasta ahora un coto reservado a los actores experimentados. Adrien Brody, que ostenta el récord de ganador más joven, recogió su estatuilla por El pianista con 29 años. Timothée Chalamet, nominado por Call me by your name aspira a pulverizar esa marca desde sus insultantes 22 años. Veteranos como Gary Oldman, Daniel Day Lewis y Denzel Washington tratarán de impedirlo.

Tras coleccionar récords en las canchas (no todos dignos de aplauso: es el jugador con más tiros fallados en la NBA), Bryant irrumpe en el mundo del cine como codirector, junto a Glen Keane, del corto Dear Basketball, un filme de animación de apenas cuatro minutos que convierte en imágenes la carta con la que la estrella de los Lakers se despidió como jugador en el 2015. Opta al Oscar al mejor corto animado. Y tiene música de, sí, John Williams.

La irrupción de Déjame salir en las principales categorías es, probablemente, la noticia más impactante de estas nominaciones. Una irrupción que ha convertido a Jordan Peele en el tercer cineasta que logra candidaturas a mejor película, mejor director y mejor guion con una ópera prima, y en el quinto afroamericano que opta al mejor realizador; solo John Singleton, Lee Daniels, Steve McQueen y Barry Jenkins lo hicieron antes. Ninguno ganó.

Si las 21 nominaciones de Streep parecen toda una proeza (lo son), qué se puede decir de la marca que acaba de alcanzar John Williams, que, con Star Wars. Los últimos Jedi, ha llegado a las ¡51 candidaturas! Solo Walt Disney, con su asombroso registro de 59 nominaciones, le supera en ese terreno. Williams, que se ha llevado la estatuilla a casa en cinco ocasiones, tiene, eso sí, el récord de ser el que ha competido más veces contra sí mismo.

Con su debut detrás de la cámara, Lady Bird, Greta Gerwig ha conseguido ingresar en el muy exclusivo club de las mujeres que han optado alguna vez al Oscar a la mejor dirección: el suyo será el carnet número 5 en 90 años de historia de los premios. La han precedido Lina Wertmuller (Pasqualino Siete Bellezas), Jane Campion (El piano), Sofia Coppola (Lost in Translation) y Kathryn Bigelow (la única que ha ganado la estatuilla, con En tierra hostil).

Con 21 candidaturas en 40 años de carrera, Meryl Streep es la intérprete más nominada en la historia de los Oscars. También es la actriz que ha pasado más veces el trance de ver cómo otra compañera subía a recoger la estatuilla a la que ella optaba. Tres premios atesora (por Kramer contra Kramer, La decisión de Sophie y La dama de hierro), uno menos que Katharine Hepburn. Con Frances McDormand en liza, sería una sorpresa que no volviera a perder.