El dibujante creador de Las hermanas Gilda, Anacleto, La familia Cebolleta y el Tío Vázquez ´su alter ego´ era, además, del "mejor historietista del país", según sus compañeros de profesión, un personaje tan peculiar como sus creaciones, con una leyenda personal que supera al artista.

Algunos lo definen como un espíritu totalmente libre. Otros como un caradura. El caso es que nunca siguió ninguna norma y que sus timos son famosos. Pagó pocas facturas en su vida. "Nos dejó el humor y un montón de acreedores", dice entre risas su hijo Manolo. Y añade: "No tenemos ejemplares de sus cómics porque se quedaban en los pisos que abandonábamos corriendo por no abonar el alquiler". Con las mujeres era igual, se enamoraba y se casaba sin importarle su auténtico estado civil. De manera que tuvo por lo menos una denuncia por bigamia.

Su hija Victoria Vázquez evoca las noches en que dibujaba "rodeado de cigarros y café". "De repente se levantaba de la silla tronchándose de sus propias ocurrencias", añade.