La crítica estadounidense se ha cebado sin compasión con Giallo , la última película del italiano del horror, Dario Argento, protagonizada por Adrien Brody y Elsa Pataky, que ha sido tachada de "ridícula, mal hecha, y ni remotamente terrorífica".

"Esta historia sobre un asesino en serie tiene el aspecto de un trabajo de encargo en el que nadie se divirtió demasiado", asegura la crítica publicada ayer por la revista Variety .

Es la primera vez en la filmografía de Argento que ha dirigido un guión no escrito por él mismo. El "honor" recae esta vez sobre los estadounidenses Jim Agnew y Sean Keller, cuyo objetivo era rendir tributo a su ídolo.

"Los grandes admiradores de Argento indagarán dentro del filme en busca de ecos de antiguos y mejores trabajos. Los demás simplemente se preguntarán de qué trata esta basura", añade Variety . El filme transcurre en Turín, donde un taxista tortura y asesina a extranjeras. Su última víctima es Celine, encarnada por Pataky, "cuyos gritos de furia y desesperación debieron salirle fácilmente una vez que se dio cuenta para lo que había firmado", sostiene la revista.