Curiosa la carrera del realizador mexicano Alfonso Cuarón. Se dio a conocer con un tierno filme infantil (La princesita ); tanteó el cine independiente estadounidense con Grandes esperanzas (con Ethan Hawke y Gwyneth Paltrow) y se relanzó desde su casa con una road-movie de largo recorrido (Y tu mamá también ). Despegó hasta el punto de ganarse la confianza para dirigir la tercera entrega de Harry Potter . O sea, estamos hablando de un encargo de altos vuelos.

Y arriba se mantiene. El estudio Universal le dio la llave de una caja fuerte atestada de billetes para que se lo gastase en un thriller futurista que ayer presentó en competición en Venecia. "Sí, dispuse de un presupuesto muy saludable", admitió sin ambajes y sin concretar cifras.

Titulada Children of men (Niños de los hombres) , Cuarón, de 44 años, demuestra oficio en un género nuevo en su filmografía, aunque él discrepe de la etiqueta de ciencia ficción que se cierne sobre la película. "Nunca pretendí especular sobre el futuro. Se sitúa dentro de unos años, pero no es más que un convencionalismo. Queríamos que el espectador tuviera el presente como referencia".

Para que nos entendamos todos, Children of men se basa en una novela de P. D. James y parte de una premisa ocurrente: qué pasaría si una plaga de infertilidad asolase a la humanidad. Qué ocurriría si no hubiera nacido un niño en 18 años. Según Children of men , el nihilismo se apoderaría del ser humano, la violencia se propagaría y los gobiernos reaccionarían ante la anarquía con exaltaciones nacionalistas y deportaciones masivas.