Dos directores, uno con la carrera cerrada (Basilio Martín Patino) y otro en sus inicios (David Trueba), y dos intérpretes Eduardo Noriega y Leonor Watling, recogieron anoche los premios San Pancracio.

Basilio Martín Patino

Con Octavia , su último título, anunció que se retiraba del cine. "La industria me exige cosas que no sé darles", dijo en Madrid a finales de enero. El director salmantino nunca ha trabajado para la industria, es decir, nunca ha hecho un cine industrial, en el sentido de negociar con él dividendos económicos. De ahí lo reducido de su obra, que es lo que premian los San Pancracio (ocho títulos entre 1967 y 2002) y lo singular de esta: documentales únicos, ficciones extrañas, experimentales.

Fue uno de los creadores del nuevo cine español en los años 60 con Nueve cartas a Berta y posteriormente realizó una serie de documentales censurados, prohibidos, en todo caso, fuertemente críticos con un país que soportaba una larga dictadura: Canciones para después de una guerra , la memoria de España a través de sus músicas más populares, Caudillo , el retrato de un dictador, y Queridísimos verdugos , insólito viaje a la mente de tres ejecutores oficiales del franquismo. Luego regresó a la ficción con Los paraísos perdidos , La seducción del caos (un experimento televisivo), Madrid y Octavia .

David Trueba

Las tres películas rodadas por el cineasta se unifican en un exhaustivo conocimiento del cine. Su debut con La buena vida , proponía un recorrido por la adolescencia de un joven marcada por su abuelo. El mundo de sueños, de aspiraciones personales se vio ampliado en Obra maestra , que parece tanto una declaración de amor al cine como un homenaje a algunas películas sobre la obsesión.

Soldados de Salamina (Premio San Pancracio al mejor filme del 2003), según la novela del nismo nombre del extremeño Javier Cercas, planteó nuevos retos a su autor. El texto ha sido un auténtico boom literario desde que se publicó.

El resultado tiene algo de insólito por su visión próxima a la verdad objetiva sobre la guerra civil española, es decir, aquella que mira por igual a unos y otros contendientes y no llega a juzgarles.

Eduardo Noriega

Procedente de la cantera de Amenábar, el actor santanderino debutó con el director de Los otros en Tesis en un papel poco amable y repitió con un personaje torturado en su segunda película, Abre los ojos . A partir de ahí ha enlazado una tras otras diversas películas, algunas de riesgo interpretativo, como Plata quemada o Las manos vacías (Premio San Pancracio).

Leonor Watling

La actriz se mueve entre las pantallas de cine y la música con su grupo Marlango. Comenzó a destacar en la televisión, gracias a series como Raquel busca su sitio o Farmacia de guardia . Su presencia en películas como La primera noche de mi vida y sobre todo La noche de los valientes , le proporcionaron réditos. Por esta recibió la primera candidatura al Goya (la segunda por A mi madre le gustan las mujeres . Pero fue su papel en Son de mar el que le dio mayor proyección, que reafirmó con Hable con ella y Mi vida sin mí , por la que ha logrado el premio San Pancracio.