Alicia de Larrocha, la gran pianista barcelonesa fallecida el viernes por la noche a los 86 años, será despedida con todos los honores. La Generalitat ha habilitado el Salón Sant Jordi que acogerá la capilla ardiente de la intérprete. Los amantes de la música y amigos podrán darle el úlimo adiós entre las 10 de la mañana y las 6 de la tarde.

De Larrocha, afectada por una rotura de cadera hace dos años, murió a causa de un paro cardíaco en el Hospital Quirón de Barcelona. Ayer fue recordada por diversos representantes de la cultura y la política. "Cataluña ha perdido una persona muy importante", dijo José Montilla, presidente de la Generalitat. De Larrocha, que tiene la Medalla de Oro de la institución, fue distinguida como Mejor Artista del Mundo en 1977 y en España se le otorgó el Premio Nacional de Música y la Medalla de Oro de Bellas Artes, entre otros. "Es una gran pérdida. Alicia de Larrocha era la mejor pianista barcelonesa y una de las grandes del mundo, con una trayectoria muy importante", dijo Jordi Hereu, alcalde de Barcelona.

La artista, con una vasta discografía y dos Grammy, fue una "una extraordinaria embajadora de España", como recordó en un comunicado Angeles González-Sinde, ministra de Cultura. "La intensidad de su arte, su visión abierta de la música culta y su gran dedicación, le permitieron dar a conocer en todo el mundo a músicos como Falla, o Albéniz, a Mompou o a Halffter pasando por Turina o Rodrigo", añadió.

"Con ella se pierde un referente, otro más de una generación gloriosa que nació antes de la guerra", dijo Antoni Ros Marbà, quien destacó su trabajo como pedagoga.