Finiquitada la pasarela Cibeles, ayer cogió el testigo la semana de la moda de Milán. No se sabe si por conjunción de astros, por un plan estratégicamente estudiado o solo por guiñarles el ojo a los madrileños, los italianos abrieron su Fashion Week con el desfile de la marca líder en las tallas XL, Elena Miró.

La marca que glorifica las curvas de la mujer mediterránea --su lema es Ciao, flaca -- volvió a contar para su tercer desfile en el escaparate de Milán con las tops Crystal Renn y Kate Dillon, musas de la firma y símbolos de la lucha contra la dictadura de los cuerpos escuálidos.

Por eso ayer alabaron al unísono las medidas impuestas este año en Madrid --"por razones de salud", remarcó Renn--, si bien apuntaron que "el verdadero problema es que en los desfiles los diseñadores trabajan solo con una talla normalmente la 38, sin tener en cuenta que cada chica es diferente".

Menos conforme con las medidas de Cibeles, en cambio, se mostró Elena Miroglio, cabeza visible de Miroglio, el grupo al cual pertenece Elena Miró. Para la heredera del imperio que el año pasado facturó 924 millones de euros, "las imposiciones nunca resultan eficaces".

Ayer, después de acercarse a las bandejas de cruasanes y bocadillos del backstage, Renn y Dillon mostraron bien sus curvas en la pasarela. Ambas, además, son estadounidenses, exanoréxicas reconvertidas en mujeres voluptuosas y "felices" y con categoría de "internacionales", a pesar de tener la 46 y un índice de masa corporal de 25 (10 puntos más que el de Kate Moss).

Pero no siempre fue así. Renn era una modelo al uso antes del 2003 (entonces pesaba 44 kilos, 30 menos que ahora). Por su parte, la treintañera Dillon también tuvo "un desorden" por no comer y machacarse en el gimnasio. Hasta que, al borde del abismo, las dos decidieron "ser libres". Además de empezar a comer, descubrieron que podían seguir desfilando y despuntar en un mercado, el de las tallas grandes, en expansión.

Según un estudio de Elena Miró, el 30% de la población mediterránea pesa, al menos, 6 u 8 kilos por encima de lo "normal". Sin embargo, hay pocas latinas que sean modelos de talla grande, la mayoría de las cuales son norteamericanas y alemanas.