Ricardo Darín, uno de los íconos del cine argentino, debutará en abril del 2007 como director. El protagonista de El aura nunca había ocultado la secreta ambición de colocarse alguna día detrás de las cámaras. Para un actor como él, que selecciona con tanta obsesión los guiones y se implica profundamente en buena parte de los proyectos de los que forma parte, la llegada a la dirección no podía ser sino un hecho natural.

Los tiempos se precipitaron al asumir la obligación moral de ponerse al frente de La señal , que había comenzado a preparar su amigo Eduardo Mignona, el destacado cineasta (La fuga, Sol de otoño ) y narrador argentino que falleció en octubre, a los 66 años. Darín iba a ser el actor principal de esta novela llevada al cine. Ahora tendrá un desafío doble.

La señal es una comedia policial negra que se ambienta en el invierno 1952, en los meses previos a un acontecimiento que conmocionó a este país: la muerte de Eva Perón. La película esta basada en un guión del propio Mignona y cuenta, según su propio autor, las peripecias de "dos detectives, dos antihéroes, dos pobres tipos".

Arthur Santana y El Pibe Corvalán suelen ocuparse de casos de poca monta: seguimientos de esposas infieles, acoso a estafadores de baja calaña, la recuperación de un gato tomado como botín en una separación de parejas homosexuales. Pero esta vez, sus pericias los llevarán a sumergirse en el mundo de la mafia.

Los encargados de darles vida son Darín y Diego Peretti, una de las nuevas figuras del cine y la televisión local, conocido en España por su participación en la serie Los simuladores.

La señal está en etapa de preparación y será financiada por Pampa Films, una nueva productora argentino-española en la que confluyen el fundador de la local Patagonik Film, Pablo Bossi (productor de Nueve reinas y El hijo de la novia , entre otras exitosas películas) y la catalana Filmax Entertainment.