Un descomunal Gérard Depardieu, convertido en Mammuth , y un inquietante Michael Winterbottom, escarbando en el cerebro de un policía psicópata y asesino, en The Killer inside me , cerraron la sección a concurso de la Berlinale, cuyos Osos siguen sin tener un favorito claro.

La apuesta de Winterbottom en su cuarta película a competición en Berlín fue el cine negro, sobre una novela de Jim Thompson y con un atractivo desfile de actores --Casey Affleck, Kate Hudson y Jessica Alba--.

Affleck es un sádico, un policía tejano que no disfruta porque sí matando -o casi- a puñetazos a sus novias, preferentemente, sino que tras él está el rastro "de una infancia destruida", explicó.

Depardieu animó la jornada con su Mammuth , apodo que sirve en el film dirigido por Benoit Delépine tanto al personaje que interpreta como la moto a la que monta, tras años dormida en el garaje, para empezar un curioso road movie de carnicero jubilado en busca de su historial laboral.

Los primeros 15 o 20 minutos colocan al espectador ante un recital de gags desternillantes, con un Depardieu más orondo que cuando se caracterizó del galo Obélix. El resto del filme adopta perfiles más y más melancólicos, poéticos o filosóficos, con un Depardieu más y más inmenso.