Fernando Ramos Mena es actor y nace en Llerena. Actualmente vive en Mérida de donde es su compañía Verbo Producciones. Desde 1985 con su otra compañía, Teatro de Papel Producciones Llerena, sigue trabajando en todas las producciones.

--¿Cuál es su rincón favorito de Extremadura y por qué?--Mi rincón favorito es la plaza de España de Llerena. Nací allí y durante toda mi vida he visto desde mi balcón evolucionar mi pueblo y a mis paisanos.

--¿Qué plato de la gastronomía extremeña prefiere?--El jamón. Sé que no soy nada original, pero no lo pretendo.

--¿Qué no debería perderse alguien que visite Extremadura?--Por mi profesión, los teatros romanos. No tengo que decir que el de Mérida es impresionante y donde todo actor sueña con actuar, pero no quiero dejar atrás el teatro romano de Regina (Casas de Reina), un sitio muy intimo y al que le debo mucho. Ahora, unidos al que está apareciendo en Medellín, podemos tener una red de teatros romanos que envidiarán en todo el mundo.

--¿Algún lugar en la región que le ha marcado?--Si dejamos a un lado Llerena, ciudad de la que soy militante, creo que es Mérida, la ciudad que me ha acogido y donde actualmente vivo.

--¿Qué actividades disfruta en su ocio?--Por mi trabajo tengo poco tiempo libre, afortunadamente, pero me da la oportunidad de visitar toda Extremadura pueblo a pueblo. Esto me hace conocer de primera mano todos los rincones de nuestra región y disfrutar en cada uno de ellos.

--¿A qué cita o manifestación cultural de la región invitaría a un amigo?--Los festivales de teatro son tremendamente importantes. El Festival de Mérida, los festivales clásicos de Cáceres y Alcántara y el contemporáneo de Badajoz, así como el de calle de Villanueva de la Serena o el de nuevo Circo de Cabeza del Buey. De todos, el Festival Templario de Jerez de los Caballeros, tiene un especial significado para mí.

--¿Cuáles son los principales atractivos de Extremadura?--Personalmente, viviendo aquí, cuando más la descubro y la disfruto es cuando visito las Casas de Extremadura de todo el país. Ellos viven como nadie nuestra región y son ejemplo de la añoranza sin rencor.