San Sebastián Con sus 30 kilos de menos y sus éxitos venecianos de más (mejor guión y mejor dirección por Balada triste de trompeta), Alex de la Iglesia (foto) recibió ayer de manos de la ministra de Cultura, Angeles González-Sinde, el Premio Nacional de Cine. "No hay manera de disfrutar si no se sufre. Mi última película me ha costado muchísimo más que la primera, pero me he acostumbrado al dolor", explicó en tono de broma el bilbaíno que vio cómo el organismo que preside, la Academia de Cine, no la escogió para representar a España en los Oscar. "Fíjaos si es democrática", sentenció.