El realismo social y documentalista de la norteamericana Dorothea Lange (1895-1965) y la renovación de la fotografía italana que supuso Ugo Mulas (1928-1973) son el aperitivo de la edición del festival Photoespaña, que se inaugurará oficialmente este miércoles, y que este año tiene como eje central Lo cotidiano . Ambas exposiciones --en la sede del ICO y en la del BBVA, respectivamentre-- reflejan los cambios sociales y culturales de los años más intensos del siglo XX en Estados Unidos y Europa.

En el caso de Lange, las colas de norteamericanos para lograr trabajo o simplemente un plato de sopa tras la Gran Depresión de 1929, la echaron a la calle con su máquina fotográfica.

Hasta entonces hacia retratos de estudio a familias acomodadas. Lange fue requerida por la administración Roosevelt , junto a otros colegas como Walker Evans, para mostrar a los nortamericanos las tremendas dificultades que asolaban a sus compatriotas, especialmente en las zonas agrícolas. La pretensión propagandística del New Deal encontró en Lange la adecuada "empatía" con los desfavorecidos.

En marzo de 1936 Lange realizó su foto más popular, un icono que ha eclipsado el resto de su trabajo: Migrant mother , la imagen de una mujer con sus tres hijos, uno de ellos en sus brazos y los otros dos dando la espalda a la cámara.

La vio "desesperada y hambrienta", según Lange relató en los sesenta. "Recuerdo que no me hizo preguntas. No le pregunté ni por su nombre ni por su historia. Me dijo su edad, tenía 32 años. Me dijo que habían estado viviendo de la verdura congelada de los campos y de los pajaros que mataban los niños".

Una parte de su trabajo poco conocida muestra la reclusión en campos de 120.000 japoneses de EEUU como represalia por el ataque a Pearl Harbour. La fotógrafa siguió paso a paso el abandono de sus casas y la vida en los barracones donde se les instaló. El ejército americano requisó las fotos y no permitió su exhibición hasta el año pasado.