Coincidiendo con el sexto aniversario del 11-S, el norteamericano Don DeLillo edita ahora en España El hombre del salto , aclamada en su país como la mejor novela inspirada en los atentados de Nueva York de las publicadas hasta la fecha.

DeLillo (Nueva York, 1936, y autor entre otras novelas de Americana , Ruido de fondo y Cosmópolis ) narra la historia de Keith Neudecker, un abogado de 39 años que emerge del infierno del World Trade Center cubierto de cenizas, "todo sangre y escoria, apestando a material quemado, con puntitos brillantes de cristal pulverizado en el rostro", y se dirige en estado de confusión hacia la casa de su esposa, de la que está separado.

El título de la novela hace referencia a la estremecedora fotografía de prensa tomada en la mañana del 11 de septiembre que muestra un hombre "cayendo de la torre norte del World Tarde Center, en vertical, con la cabeza por delante, ambos brazos pegados al cuerpo, una rodilla doblada".

"Un hombre puesto para siempre en caída libre contra el fondo amenazador del panel de columnas de la torre", escribe DeLillo en su libro sobre aquella imagen imborrable.

Pero en esta novela el Hombre del Salto lo encarna un artista callejero, David Janiak, que tras los atentados comenzó a irrumpir desde lo alto de puentes y edificios de la ciudad para lanzarse al vacío, sujetado sólo por un arnés, y vestido con traje y corbata, como la víctima del 11-S de la famosa foto.

El escritor neoyorquino esquiva en su relato todos los lugares comunes del 11-S, los titulares de prensa y los sentimientos exaltados durante los días que siguieron a los atentados, para describir el vacío existencial que envuelve a sus personajes tras los ataques terroristas.

Keith se recupera en el hogar de las secuelas de los atentados, pero mientras emprende una fugaz relación con Florence, otra superviviente de las Torres Gemelas, a la que pertenece un maletín que el protagonista arrastró consigo inconscientemente cuando escapó del rascacielos. Incapaz de retomar su antiguo trabajo y de llevar una vida convencional junto a su mujer y su hijo, Keith se convierte en jugador profesional de póquer.

En la novela aparecen referencias a los debates provocados en Europa por la política exterior llevada a cabo por EEUU tras el 11-S.