Cuando Doris Lessing (88 años) supo en octubre que había ganado el Nobel de Literatura probablemente no podía imaginar que pocos meses después llegaría a pensar en el galardón como "un maldito desastre" por el trastorno que ha comportado en su vida. La veterana escritora británica se mostró entonces "encantada" frente a los periodistas apostados fuera de su casa que le anunciaron la concesión. No lo recogió por estar enferma.

Sin embargo, ahora lamenta que gran parte de su tiempo esté comprometido: "Lo que hago es dar entrevistas y perder el tiempo en sesiones de fotos", dice Lessing en una entrevista para la BBC que se verá hoy. Tanto es así que afirma que ya no tiene "tiempo para escribir" aunque también achaca parte de la culpa a la edad: "Ya no tengo la energía para ello". Y por eso aconseja a los que jóvenes que utilicen "la energía mientras la tengan, porque se escapa poco a poco como agua por un desagüe". Sus palabras coinciden con la edición de Alfred & Emily , una biografía ficcional sobre sus padres.