Todavía se encuentra deshabitada y en la última fase de las obras, pero la casa que los duques de Palma compraron en Pedralbes en octubre del 2004 ya se ha convertido en uno de los atractivos turísticos del barrio más exclusivo de Barcelona.

No hay taxista que al pasar por la puerta de la vivienda, de más de 1.200 metros cuadrados en la calle de Elisenda de Pinós, se resista a anunciarla a los clientes que ocupan la parte trasera de su coche: "Esta es la casa de la infanta". Y, al otro lado de la ventanilla del vehículo, llama la atención la imponente construcción moderna en color blanco nuclear, que contrasta con las solariegas viviendas ubicadas en el mismo entorno.

UN MILLON EN REFORMAS La infanta Cristina e Iñaki Urdangarín tienen previsto mudarse a su nuevo hogar antes del próximo verano. Por esta razón, los operarios trabajan a buen ritmo en la casa que compraron al abogado Mario Herrero por seis millones de euros y de la que se conservan algunos vestigios. El presupuesto inicial de 600.000 euros en reformas se ha disparado. La cifra final, sin embargo, puede haber superado fácilmente el millón de euros.

La transformación ha sido integral. De la casa original de tres plantas, que edificó para uso propio el arquitecto Vilallonga en 1952, queda tan sólo parte de la estructura. Las ocho ventanas estilo francés por las que entraba la luz al dormitorio principal se han sustituido por una amplia cristalera corredera, y los árboles, que resguardaban una de las fachadas de la indiscreción de las miradas, han sido talados.

El interior ha sufrido peor suerte, ya que ha sido completamente demolido. Los muros y tabiques se han derribado para conseguir espacios mucho más amplios y luminosos que los originales. La casa se ha ampliado por la zona del jardín, con lo que los metros cuadrados habitables superarán los 1.200.

FRENTE A LA CLINICA PLANAS El nuevo hogar de los duques de Palma y sus cuatro hijos se encuentra frente a la clínica estética Planas, en la que el Rey se somete periódicamente a tratamientos antiedad, y al lado del colegio privado Frederic Mistral. La finca, que cuenta con un enorme jardín, piscina y zona deportiva, ocupa una extensión de 2.150 metros cuadrados.

Este espacio es mucho más cómodo para una familia numerosa que el piso de 300 metros cuadrados en el que reside actualmente el clan Urdangarín Borbón. Con la venta de esta vivienda, también ubicada en el barrio de Pedralbes, la familia ha hecho frente a parte del precio de la nueva, que acogerá, probablemente, a los demás miembros de la familia real cuando visiten a la rama catalana.