No es corriente que una distribuidora estadounidense se interese por una película extranjera tras leer el guión y la compre cuando ni siquiera ha concluido el rodaje. Eso es lo que hizo Picturehouse con la coproducción hispanomexicana El laberinto del fauno , y la apuesta se ha visto recompensada con un éxito inusual en Estados Unidos. La película de Guillermo del Toro --en sus palabras, "una fábula increíblemente brutal"-- se ha convertido en una de las favoritas y más aclamadas por la crítica y ha obtenido un éxito relativo de taquilla que Variety define como "impresionante". Pero probablemente el mayor logro de Del Toro es el que relata orgulloso Bob Berney, presidente de Picturehouse: "Hay gente que sale de ver la película y me dice que le ha devuelto el interés por el cine".

En Nueva York, una de las cuatro ciudades donde se ha podido ver El laberinto del fauno en su estreno limitado durante sus primeras semanas en cartel, se cuelga a menudo el "no hay entradas" y el público no lo componen solo los espectadores habituales en salas de arte y ensayo donde suelen recalar las películas subtituladas. En el éxito de taquilla han tenido mucho que ver el boca a boca y las espectaculares críticas --el día de Reyes recibió el premio de la Asociación Nacional de la Crítica y la aprueban el 99% de los analistas reunidos en la exigente web rottentomatoes.com--, pero también la apuesta de Picturehouse de estrenarla en salas normalmente reservadas para las superproducciones de Hollywood como unos multicines en la calle 42 de Manhattan.

"Siempre creímos que Guillermo había hecho una película en la que las imágenes y la historia trascenderían las barreras del lenguaje", explica Berney por teléfono desde Los Angeles, adonde ayer mismo llegaba Ivana Baquero para recoger un premio como artista revelación de otra asociación de críticos.

El éxito de El laberinto del fauno se ha apuntalado, ante todo, en una película que ha evocado en críticos como el de la revista progresista The Nation recuerdos de El espíritu de la colmena (recientemente editada en DVD por Criterion). Pero también radica en la decisión de Picturehouse de evitar el estreno en otoño para librarse de la dura competencia de muchas producciones de calidad y esperar hasta fin de año.

Las esperanzas están puestas en los premios. Berney confía en que el filme entre en el quinteto final de candidatos al Oscar a la mejor película de habla no inglesa y afirma que ve "buenas oportunidades" de ganarlo. Sabe que le espera una "dura competición" con Pedro Almodóvar y Volver . El manchego es ya conocido y respetado en Hollywood, pero el mexicano ha deslumbrado a muchos que no habían prestado atención a su trabajo.