Colaboradora habitual en medios de comunicación durante muchos años. Autora de publicaciones, la mayoría dedicadas a aspectos y estudios sobre Extremadura, fundamentalmente a la conservación de su patrimonio arquitectónico y documental, especialmente la fotografía.

--¿Cuál es su rincón favorito de Extremadura?--Un paisaje: la visión del campo desde la muralla de Trujillo, ese campo abierto, ahora ensuciado con una planta de energía solar, pero que sigue siendo potente, humilde, auténtico y tranquilizante. Una imagen de lo que me gusta: paredes de piedra, alguna ruina digna, animales quietos, charcas naturales y lejanía sin fin.

--¿Qué plato de la gastronomía extremeña prefiere?--La caldereta de cordero de mis amigas Las Pimenteras de Guadarranque. El jamón de Monesterio, la torta de queso de cabra de Los Berrocales de Trujillo y pimentón picante de La Vera.

--¿Qué no debería perderse alguien que visite Extremadura?--El Monasterio de Tentudía, el meandro del Riomalo en las Hurdes, la ermita visigoda de Santa Lucía y el conjunto arqueológico de Reina.

--¿Algún lugar le ha marcado especialmente?--El Monasterio de Guadalupe. Posiblemente el lugar más impactante en que uno puede estar. Donde se puede vivir y morir sin salir de él, y aprender a ser persona, artista, cocinero, artesano y pensador.

--¿Qué actividades disfruta en la naturaleza en su ocio?--Andar. Salir al campo, caminar buscando setas y encontrar palos, hierros viejos, piedras con formas, andar sin rumbo, sin subir ni bajar montañas. Pararme, buscar un sitio en el que haya arquitectura popular alrededor, sentarme y dibujar mientras echo de menos a mi perra Pola.

--¿A qué cita cultural invitaría a un amigo?--A un concierto de la Orquesta de Extremadura dirigida por Jesús Amigo en el Teatro Romano de Mérida. Luego al Museo Nacional de Arte Romano en Mérida, y como contrapunto, el Museo de la Octava del Corpus de Peñalsordo. Insólito, hermoso y desconocido.

--¿Cuáles son los principales atractivos de Extremadura?--El silencio. Es el mejor valor de Extremadura, y no tiene precio. Pasear de noche por el conjunto histórico de Cáceres, el de Trujillo, las callejuelas de Hervás, los alrededores de la catedral de Plasencia, la plaza Alta de Badajoz, los campos de orquídeas de Cornalvo. Pasar un rato en la iglesia de la Magdalena de Olivenza. Recorrer la carretera desde Logrosán a Berzocana.