El actor Antonio Valero, que estos días interpreta a Odiseo en la obra del Premio Nobel Derek Walcott Odisea antillana del Festival de Teatro Clásico de Mérida, afirma que "el teatro pertenece a los actores pero los directores y asesores comerciales se han apoderado de él a pesar de que nunca han pisado un escenario".

Antonio Valero se muestra "muy crítico" con la actual situación del teatro, ya que considera que con este "protagonismo de los directores, ni se conocen ni se satisfacen los anhelos y deseos del público".

Afirma que los directores deberían dedicarse a dirigir y no a mandar las funciones porque "se están convirtiendo en dioses que el público no ve", y añade que "si esto sigue así cada vez habrá menos espectadores porque no se sienten enganchados a lo que ven".

Se define como "un loco con mucha fuerza de voluntad que está metido en una profesión muy difícil en estos momentos que no son buenos para la cultura, un tipo normal y progresista al que le gusta mucho el campo, la familia, el cine y el teatro".

El actor explica que en la obra de Walcott, que muestra el conflicto entre la herencia europea y la cultura indígena, su papel protagonista como Odiseo "es muy interesante porque es el primer personaje clásico que se rebela en contra de los dioses, que piensa en la razón y trata de vivir la vida de forma sensata".

"La Odisea es como el libro de los libros del que grandes autores han sacado muchas cosas, hay muchos elementos de esta obra que son partes literarias de otras, es en resumen, una obra que trata aventuras cotidianas y domésticas", declara el actor.

Odisea Antillana , que estará en Mérida hasta el 7 de agosto, se ambienta en una plantación del Caribe del siglo XIX, lugar de nacimiento de Walcott, y combina elementos musicales caribeños interpretados por una banda de percusión metálica con una narración en castellano, inglés e italiano, que constituyen "factores muy innovadores en la puesta en escena".

Valero afirma que Walcott es "un hombre muy curioso porque además de ser un gran poeta tiene un sentido musical impresionante" y agrega que "nunca antes he trabajado con alguien con esa pasión anárquica y caótica pero que siempre confluye en algo".

El actor destacó la presencia por primera vez en los escenarios teatrales de Lucía Bosé, encargada de narrar el discurso, y afirma de ella que es una persona con "gran encanto personal y humanidad que demuestra grandes dotes para ser la primera vez que actúa".

Del Teatro Romano de Mérida, el actor declara que es "un lugar al que hay que entrar con cierta reverencia y del que se sale con una trascendencia íntima" y explica que en el escenario se siente como "un torero que se la está jugando, pero me gusta". En cuanto a su trayectoria, Valero afirma que "soy un todoterreno porque he hecho cine, teatro y televisión y, a veces, cuando miro mi currículum, pienso que soy muy afortunado y que puedo sentirme muy satisfecho por mi trabajo".