El Chile de la dictadura de Augusto Pinochet es mostrado por Mauricio Electorat (Santiago de Chile, 1960) desde la óptica de los adolescentes que se implicaron en la lucha contra el régimen. Un punto de vista apenas desarrollado hasta el momento que la novela La burla del tiempo (Seix Barral), Premio Biblioteca Breve, aborda en un diálogo entre un delator y su víctima. Electorat ha narrado la inquietud de los jóvenes que vivieron el fascismo en todo su esplendor y mediocridad y también las razones que llevaron a algunos a colaborar con los militares.

El libro no ahorra ironía y sentido del humor en el relato de un tiempo lleno de ideales políticos clandestinos, después frustrados por la traición. Electorat pertenece a esa generación que se rebeló contra una vida cotidiana "demasiado gris y chata, llena de horrores". "No podíamos quedarnos así, algo había que hacer. Nos rebelábamos con la intrepidez e ingenuidad de los adolescentes", afirma.

Pablo viaja a Santiago desde París, donde reside, para asistir al entierro de su madre. Ahí se inicia uno de los dos relatos paralelos de la novela, el del estudiante comprometido que vuelve su mirada 20 años atrás.