Como modelo de las colecciones de zapatos de Donald Pliner y, sobre todo, como una de las más famosas diseñadoras que nos depara el futuro --lo de la Universidad de Diseño de Miami donde estudia es puro trámite--, Elena Tablada se hizo esperar ayer más de tres cuartos de hora en la tienda de Mango del paseo de Gracia de Barcelona. La ocasión lo merecía. Venía a presentar la primera colección de relojes de la firma y a acallar rumores. No hay por qué inquietarse. "Son falsos", zanjó la novia hispanocubana de David Bisbal.

Menuda, de negro, bronceada por la brisa de Florida y con el pelo recogido en una cola, en homenaje al nuevo look del cantante almeriense, Tablada tranquilizó al personal: "Estoy feliz y muy contenta. Nada de fuera me afecta. Vivo la realidad de mi relación" (sic). Con David, claro.

Hasta el mismo acento se le ha pegado a esta joven de 25 años, que reparte más "gracias a dioses" y "superbienes" que verbos y predicados. A los tórtolos les diferencia el tono, ya que la nieta del prestigioso doctor cubano Jorge Tablada no va para triunfita. "Canto muy mal. Cuando llueve, es que he cantado", bromeó la chica a la que le dan igual los foros de los fans de Chenoa. Para ella es "un orgullo" que Bisbal sea "tan deseado". Y es que a Tablada le atrae "todo" de su chico, al que definió como "alegre, romántico, trabajador, talentoso". Y es que "David es como lo véis. No hay más", dijo. La "admiradora" de Bisbal afirmó que le gustaría diseñar su vestido de novia, pero no hay boda a la vista. "Soy muy joven todavía", explicó.