Cuando Elijah Wood se trasladó el año pasado a Praga para rodar Todo es iluminado se encontró con una situación inaudita para él. "En los dos primeros días que salí a cenar y tomar algo, nadie parecía reconocerme. Y pensé: ¡Fantástico! ¡He llegado a una ciudad donde no me conocen!´" Pausa para negar con la cabeza y dramatizar el relato. "¡Qué equivocado estaba! Debió correr la voz --prosigue--, porque al cabo de nada, no sólo me vi reconocido por los checos, sino por el ejército de turistas de todo el mundo que invadían la ciudad. ¡Frodo, Frodo!´, me gritaban en mil acentos".

El mundo se le ha quedado pequeño al menudo Elijah Wood (mide 1,67). Asumir el personaje principal de la trilogía de El señor de los anillos le ha proporcionado una popularidad planetaria y fervorosa. El anonimato se oculta en algún lugar recondito que aún no ha sabido encontrar. "Supongo que en Uganda no me conocen, pero no estoy seguro. Habrá sitios para pasar de incógnito. Lo que pasa es que aún no he estado".

El día de esta entrevista, Wood porta unas gafas que magnifican enormemente unos ojos azules ya de por sí magnéticos. A diferencia de muchas estrellas de Hollywood, Wood no parece contar mentalmente los minutos que faltan para concluir la promoción. Simpático, transparente y la mar de hablador, el actor relativiza los inconvenientes de la fama, expone sin pudor sus inicios en Hollywood y confiesa su pretensión de buscar, a partir de ahora, papeles en películas menos ambiciosas que las que componen la trilogía de Peter Jackson. Lo hace entre risas constantes y fumando sin parar en un descanso del rodaje de Todo es iluminado , que se estrena el viernes en España.

Podía Elijah Wood elegir decenas de papeles tras despojarse de Frodo. Algunos de miras muy ambiciosas. Pero no. Primero optó por un papel secundario en Olvídate de mí ; luego hizo Hooligans en Inglaterra, y después apostó por Todo es iluminado , también de corto presupuesto. Lo próximo será Bobby, una recreación del asesinato en 1968 del senador Robert Kennedy. Nada tampoco que tenga pinta de abarrotar las salas de medio mundo. ¿Por qué?

"Después de trabajar en una producción tan gigantesca" --explica-- me interesaba apartarme completamente de cualquier proyecto igual de grande, lo que tampoco resulta difícil, porque películas de esa escala no abundan. Pero sí que quería centrarme en historias pequeñas e íntimas, que se concentraran en las relaciones humanas. En cualquier caso, me sale de forma natural, porque tiendo a enamorarme de papeles de presupuesto reducido".

IDENTIFICACION "Creo, además, que es importante cambiar constantemente y hacer cosas diferentes a las anteriores, desafiarte a tí mismo, en cualquier orden de la vida", filosofa. "En mi caso --concreta-- quiero intentar que la gente deje de identificarme exclusivamente como Frodo. Quiero que se me valore también por otros trabajos que pueda llegar a hacer".