Reyes Abades, figura clave en los efectos especiales del cine español, será enterrado mañana a las 12.30 en el cementerio de Torrejón de Ardoz, localidad madrileña en la que residía y donde falleció ayer a los 68 años a causa de un infarto.

Familiares, amigos y compañeros de profesión han acudido hoy al tanatorio de Torrejón para dar su último adiós al especialista extremeño, nacido en Castilblanco (Badajoz) en 1949 y responsable de que la flecha lanzada por Antonio Rebollo encendiese el pebetero de los Juegos Olímpicos de Barcelona'92.

Entre ellos ha acudido el cineasta Imanol Uribe, que trabajó con Abades en todas sus películas desde la tercera, "La muerte de Mikel", y que ha destacado de este especialista que "solucionaba las cosas de la manera más eficaz y sencilla sin marcarse ningún rollo".

En declaraciones a los medios, Uribe ha asegurado que la muerte de Abades ha sido una "pérdida terrible para el cine español", ya que este "genio" seguía trabajando.

Junto a Uribe han acudido a Torrejón miembros de la Junta Directiva de la Academia de Cine y el alcalde de la localidad madrileña, Ignacio Vázquez.

Abades, que ganó a lo largo de su carrera 9 premios Goya, podría sumar el sábado el décimo, ya que está doblemente nominado, por "Oro", de Agustín Díaz Yanes, y "Zona hostil", de Adolfo Martínez.