El artista colombiano Fernando Botero ha llegado a Berlín envuelto en polémicas. Algunos políticos y medios alemanes se han quejado de la colocación de 15 esculturas de bronce de hasta tres metros de altura en la privilegiada plaza Lustgarten de la Isla de los Museos. Otra pieza, Caballo 06 , se ha instalado frente a la Puerta de Brandenburgo.

Hoy se inaugura oficialmente la exposición de esculturas, aunque ya viene dando que hablar desde hace semanas. La diputada por Berlín Monika Grütters, del partido conservador CDU, ha sido la portavoz de los críticos de los que no entendían por qué el artista colombiano ha sido el escogido para semejante exposición monumental cuando otros alemanes han sido rechazados para proyectos similares.

Fernando Botero se defendía ayer en Berlín: "Ya me pasó algo parecido cuando expuse en París", declaró. "Disculpen pero pocos artistas tienen la capacidad de hacer una exposición como esta, porque pocos tienen en su taller 16 obras de estas dimensiones para ceder. Además, esto no viene de un día para otro. Yo tengo un largo currículo con exposiciones similares en las principales capitales del mundo", se justificó. Raimund Thomas, director de la Galería Thomas, coorganizadora de la muesta, añadía: "Esta obra llega a todo el mundo. No es tan sofisticada como la de Richard Serra, por ejemplo, ni tan provocadora".

Pero en Berlín no se expone, de momento, la serie de 80 obras que hizo Botero inspirada en las torturas a que los norteamericanos sometían a sus presos iraquís en la cárcel de Abu Ghraib que sí ha podido verse en otras ciudades alemanas. El director de documentales Peter Schamoni, que prepara una película sobre los 75 años de Botero, reveló que la serie debía exponerse en la Akademie der Künste, situada junto a la Puerta de Brandenburgo. Pero ha sido anulada y Schamoni se preguntaba si la suspensión no tendría algo que ver con que el edificio de la AdK sea vecino de la nueva embajada estadounidense de Berlín.